Al nacer la hija de Afrodita, Hemna, ésta le da un don. El don de la belleza y el encanto, pero, ¿Qué pasa cuando los tres grandes, Zeus, Poseidón y Hades, caen rendidos por su belleza?
Tras una relación amorosa con los tres grandes, Hemna concede...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Penúltimo capítulo
Siento la claridad perforar mis ojos, trato por unos minutos de conciliar el sueño nuevamente. Solo caigo por poco tiempo, pero una vez más despierto. Abro los ojos enojada por no poder continuar con mi sueño reparador, me remuevo incómoda sin encontrar oposición alguna.
Giro mi cuerpo encontrándome con el rostro dormido de Xen, cualquier rastro de enojo se esfuma de mi cuerpo. Sonrío como tonta al verla así, despeinada, sus labios ligeramente inflamados y sus mejillas regordetas.
Acaricio su piel con las yemas de mis dedos, alucinada como si ella fuera un sueño frente a mi. Hago un camino con mis dedos comenzando por su mejilla, pasando por su cuello hasta llegar a su brazo desnudo, la siento tensarse cuando despierta. Recibiéndome con una pequeña sonrisa, pasa sus manos sobre su rostro para eliminar cualquier rastro de pereza.
—¡Feliz cumpleaños!— su voz sale más ronca de lo habitual—Eres tonta, pero te mereces un feliz cumpleaños.
Golpeo su hombro, suelta una risa traviesa. Le regalo una cara fea que parece divertirla, solo hace su risa mas fuerte.
—No te rías tonta— la reprocho, su carcajada se hace más alta—Te lo ganas...— con una patada cae de lleno al piso.
No emite ningún otro sonido por bastante tiempo, me asusto preocupada de que se haya dado algún golpe. Salgo de las sábanas para inclinarme por el borde de la cama, cuando lo hago ella me recibe dándome un golpe con la almohada de lleno en la cara.
Me quejo ganándome un regaño por su parte.
—Debemos alistarnos, recuerda que tendremos el almuerzo familiar— mira el reloj de la mesilla—Y hoy nos despertamos un poco tarde— se pone de pie en dirección al armario. No puedo evitar bajar la vista a su trasero tan solo cubierto por su ropa interior—Sé que ves mi trasero, eres una cochina.
—¡Culpable!— digo antes de seguir sus movimientos.
[...]
Veo a todos sentados en la gran mesa, pasando un buen momento. Siguiendo mis peticiones de un almuerzo al aire libre, sobre el césped, dejándose llevar por mis caprichos.
—¡Hola familia!— saludo cuando llego, todos guardan silencio al percatarse de mi presencia.
La primera en tirarse a mis brazos es mamá, que comienza a contarme como fue verme crecer, caminar, decir mis primeras palabras y como hice el primer incendio en casa, todo esto siendo un mar de lágrimas. Todos van dejando sus felicitaciones con un largo abrazo y algunas palabras, hasta Zeus me da un efusivo abrazo, el último es papá que me alza en sus brazos diciendo lo feliz que está de poder pasar este primer cumpleaños juntos.
—¡Poseidón!¡Cállate!— Hades le lanza un muffin al oír su comentario—El hecho de que cumpla su mayoría de edad no quiere decir que andará por ahí como una mujer nocturna— le lanza otro muffin—Me parece una falta de respeto.
