One Shots de Remus Lupin

16|La mañana siguiente

Titulo: La mañana siguiente

Autor/ra: Booksareforlife25

Te despertó una sensación suave en la parte superior de tu cabeza. Incluso en su estado inconsciente de la madrugada, su novio, Remus Lupin, era de hecho una versión viva de un oso de peluche demasiado grande. Sus brazos estaban envueltos cómodamente alrededor de su cintura mientras tenía su espalda desnuda presionada contra su pecho desnudo. Intentando no despertarlo, lentamente te giraste en sus brazos con los ojos cerrados, deseando que su rostro fuera lo primero que veas en esta maravillosa mañana. 

"Hnnnnhh ..." Un suave gemido salió de tu boca cuando un dolor repentino atravesó tus regiones inferiores, despertando con éxito a Remus en el progreso. 

"¿Estás bien amor?" su voz todavía estaba mezclada con cansancio, lo que lo hacía aún más atractivo. Le diste una sonrisa tranquilizadora mientras asentías con la cabeza. Una vez que te volviste, Remus apoyó su mano libre en tu mejilla, acariciando suavemente su pulgar a lo largo del pómulo. Presionaste un suave beso en la palma de su mano antes de mirarlo a los ojos con la mirada más hermosa que había visto. Tus ojos brillaban desde dentro y de alguna manera había un brillo sobre ti que hacía que parecieras directo del cielo. 

No tenía idea de qué cosa divina fue lo que hizo en su vida que lo hizo digno de tenerte en sus brazos ahora mismo, pero estaba seguro de que no iba a cuestionarlo. 

Se sentía como si fuera el hombre más afortunado de la tierra en este momento, no ... espera ... sabía que era el hombre más afortunado de la tierra. 

"Anoche fue increíble Remus". Cuando esa dulce voz angelical tuya llegó a sus oídos, no pudo hacer nada más que sonreír a cambio, presionando un dulce beso en tus labios. 

"De hecho fue amor, no sé qué hice para tener tanta suerte". Te atrajo lo más cerca posible y presionó su segundo beso en tu frente. 

"Podría preguntar lo mismo, eres lo mejor que me ha pasado". A cambio, le diste un beso esquimal, seguido de un dulce beso en los labios. Ninguno de ustedes realmente quería perturbar la pacífica mañana silenciosa que venía sin pasar la noche en los ruidosos dormitorios de ninguno de los dos. 

 
Sin palabras, ustedes dos permanecieron acurrucados uno contra el otro, pecho por pecho con la cabeza escondida debajo de la de Remus. Y pronto los dos cayeron en otro sueño