A Fangirl's Dream [Chris Evans]

XXXI

Junta en LA

[California dreamin', The mamas & the papas]

Alexa entra a aquel lujoso lobby, de inmediato se identifica y la conducen hacia una de las exclusivas salas de juntas. Ella intenta caminar con toda la seguridad posible, aunque sus tacones no le ayudan demasiado. La chica ha decidido arreglarse para la reunión con la organizadora y el chef a cargo de la cena, así que elige un bonito conjunto acorde al ocasión y a la temperatura del lugar.

Desde que sale de la casa de Chris, en Los Ángeles, y aborda el Uber, se ha mantenido con ejercicios de respiración y con un pensamiento positivo. Chris le ha enviado un mensaje deseándole éxito, pues él está en NY arreglando algunas cosas respecto a su trabajo.

Cuando abren la puerta, se da cuenta que hay alrededor de 4 personas más. Se presenta y ellos la imitan, se encuentra una de las encargadas generales del evento, la organizadora y un decorador, además del chef.

—¿Alexa? —le pregunta aquel hombre con una gran sonrisa.

—Josh... —lo nombra. Y no, ya no siente absolutamente nada de magia al decir sus palabras.

Josh. Su crush durante toda la carrera, aquel tipo genial con todos que, sin querer, enamora a muchas chicas con su dulce actitud, además de que es muy atractivo. Su piel apiñonada, sus preciosos rizos y, esos bonitos y exuberantes ojos verdes, tuvieron de cabeza a la generación completa, incluida a Alexa. Pero es claro que es cosa del pasado, ahora su corazón tiene bordado el nombre de Chris. Por lo que Josh es sólo un recuerdo, no como algo amoroso, sino como una buena persona con la que se topó y de quien tiene una agradable imagen.

—¡Tanto tiempo! —exclama el rizado y no se contiene en abrazarla.

Alexa se queda paralizada cuando él realiza ese gesto, realmente no esperaba el contacto, así que se limita a dar unas palmaditas en su espalda.

—Lo siento —dice él separándose de inmediato —. El contacto físico no va contigo —murmura, recordando la actitud un tanto distante de la joven, que por más que ellos tuvieran una buena amistad, era demasiado tímida.

—No te preocupes, me alegra verte
—dice ella con sinceridad.

—¿Podemos empezar ya? —pregunta la organizadora con una sonrisa burlona.

De inmediato ambos toman asiento y comienzan a discutir las ideas. Hay demasiada familiaridad entre los dos chefs a cargo, por eso es que todo avanza con fluidez. Se coordinan con rapidez, es un verdadero equipo de trabajo. Al cabo de una hora y media, tienen todo listo, a excepción de la lista final de postes que recibe Alexa, por lo que debe discutirlo con su equipo.

—Entonces decantaste por la repostería —dice Josh alcanzándola cuando ella está a punto de salir —. Siempre tuviste madera para eso.

—Gracias —responde ella al cumplido —. Tengo mi pastelería en Boston —le cuenta y él sonríe.

—¿De verdad? Yo me fui definitivamente a Nueva York, empecé desde abajo, pero hace 3 años abrí mi propio restaurante y ahora tengo una triada de ellos en la ciudad. ¿Cómo se llama tu pastelería? —le pregunta.

—Delicious —murmura, y de inmediato sus pensamientos la llevan hacia Chris. Gracias a él puede llamar esa pastelería suya, aunque aún le falte la mitad por pagar.