Reencarne como un dragón de fuego.

Capítulo 3.

Criaturas mágicas, bestias mágicas.

Muchos apodos se le añaden a los monstruos que son cazados.

Los Jefes de mazmorras, o los grandes dragones e incluso titanes tienen una importancia aún mayor que las demás razas.

Después de todo, son parte de la naturaleza, algo esencial como otras cosas, un ejemplo serían los monstruos. Cada uno de ellos en sus edades adultas e incluso en la adolescencia emiten auras abrumadoras. Cuando hibernan o duermen su ciclo, el aura que ellos emiten sigue presente, pero, muy débilmente. De todas formas, esto es esencial, sus energías que expulsan fuera del cuerpo es nutriente para el ambiente, sus babas también sirven como líquido fertilizante en las plantas. A menudo los monstruos son cazados por los aventureros humanos e incluso por otras especies, por eso mismo, los humanos tienen a veces un aura funesta y poderosa.

Las pieles de grandes monstruos son usadas como armaduras para la gente de categoría Noble, las escamas, lengua, sangre, colmillos, cuernos, extremidades de los monstruos son utilizadas para creaciones de sus arsenales disponibles de las distintas especies. Sin embargo, hay una utilidad que pocos prestan atención, está es su longevidad.

Normalmente un Lobo Arcaico viviría 300 años, claro, eso es si puede sobrevivir a las subyugaciones de los distintos grupos de aventureros. Sin embargo, si llegan a su máximo crecimiento, la evolución que se presenta para su especie estaría disponible, dejándolos con la opción de seguir avanzando aunque hayan llegado al máximo de sus vidas. Eso es algo en el que todas las distintas razas que reinan el mundo envidian de los monstruos, durante siglos, milenios e incluso más tiempo estuvieron investigando la evolución. Solo para encontrar el fracaso.

Esto es la regla del mundo, la regla de la naturaleza.

Nadie podría cambiar la naturaleza y ambición de los hombres. Del mismo modo se aplica a los monstruos, es una ley inquebrantable.

El mundo está dividido por continentes, y dentro de estos grandes pedazos de tierras, los reinos son los supremos reyes de regiones grandes a pequeñas. Los pequeños imperios construidos y levantados por pequeños grupos de personas son de una categoría menor a los Reinos. Pero de todos modos, su poderío no es algo que se deba subestimar.

Dejando de lado esto, Augustun, que en este mismo instante acaba de despertar de su sueño de una semana, bosteza para reprimir la fatiga que siente ahora mismo. El oso que anteriormente habían devorado ya era solo huesos, solo quedaban algunos pedazos pequeños de carne colgando de sus costillas, pero de todos modos, un tercio del gigantesco cadáver fueron devorados por las moscas, descomponiendo su cuerpo.

Levantándose lentamente del césped, miro los alrededores para fijar a sus hermanos, para solo encontrar que ya no estaban al lado suyo. Es posible que hayan ido a cazar o por simple curiosidad estén recorriendo el bosque, buscando posibles guaridas para resguardarse. Quien sabe cuántas criaturas a igual o peor que el oso abunden por el bosque.

Olvidando el hecho de que sus hermanos lo dejaron sin siquiera avisar, empezó a recordar su batalla anterior con el oso. En dónde el actuó como cobarde delante de sus hermanos, ahora que lo pensaba, era algo vergonzoso el que encabece la aventura cuando no tiene idea de cómo es la cadena alimenticia o como se usa por completo el cuerpo del dragón. Sin embargo, no todo era malo, en es batalla anterior pudo aprender algunas cosas. El aliento de fuego que fue capaz de utilizar era algo que el desconocía. Es decir, sabía sobre los típicos ataques de los dragones que era su poderoso aliento, sin embargo, desconocía el hecho de que ya de bebe podría hacerlo. Eso es información valiosa, también, la cantidad de poder de fuego que puede liberar es más fuerte que la de la dragones ordinarios, incluso presentía que no libero todo el poder contenido. Después de todo, en ese momento sintió como en su pecho acumulaba energía mágica que el desconocía, para luego reunirla en su garganta y llegar a su boca, después simplemente abrió su mandíbula y expulso todo lo el fuego. Esa sensación que sintió era similar cuando tenías agua en tu boca, para luego expulsarla con un soplo o arrugando tus labios para que salga en línea recta. En este caso, era como si su cuerpo tuviera un suministro de agua que podía expulsar continuamente.