αтαφµε ყ ѵεɳɠαɳƶα

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Mientras caminaban, ambos seguían conversando sobre un tema en común, Milo.
Descubrir más sobre él y risas de vez en cuando. Así el tiempo pasaba y poco a poco la noche llego y tal cómo lo había prometido, Camus se mantenía alerta ante cualquier presunto ataque.

-Deberíamos quedarnos a cenar aquí ¿no crees?- preguntó la mayor
-Bien, vamos-

Un lugar muy silencioso, demasiado según ellos.
Antes de entrar, un apresurado poblador llegó ante ellos.

-Por favor, váyase de este lugar- habló
-A quien... a mi?- preguntó Angela
-Si, lamento mucho esta situación pero por el bien del pueblo ninguna mujer caballero debe estar aquí-
-Y eso? Quien lo ordena?- cuestionó Camus
-No lo se, pero aquí hace unos días vinieron unos jovenes muy rudo que atacaron todo el pueblo buscando una amazona del santuario y nos dijo que si encontraba una por estos lugares... nos iba a matar-
-Son ellos...- susurró la azabache -De acuerdo, como ustedes digan... pero se puede quedar aquí él ¿cierto?-
-El joven si...-
-Bien, Camus- se dirigió a él -Quédate tu aquí, solo podrías traerme un poco de comida y mañana continuar nuestro camino-
-Yo prometí que la iba a cuidar, no voy a faltar a mi promesa
-Pero esto te puede afectar también a ti, si no vas a tener alojamiento...
-Nada de eso, si algo te pasa... Milo se quedará triste
-El tiene que aprender a ser fuerte
-Parece como si quisieras morir
-No!- movió sus manos -Pero si me acompañas... nos quedaremos sin comer-
-Yo voy a comprar comida, tu vaya encontrando un buen lugar
-Si!

[...]

La noche estaba tranquila, la noche como cualquier otro día estaba fría y el viento hacía su presencia.

-Ojalá no terminemos congelados
-No creo que sea un problema para mi, pero tu si vas a necesitar algo para cubrirte
-Una señora me dio esto- se levanto para luego señalar la manta -Pense compartirlo pero creo que es muy pequeña para dos-
-Yo estaré bien así además, mi armadura me protege- dijo mientras encendía una fogata -Listo! Esto nos ayudará a pasar la noche-
-Vaya, que inteligente!-
El francés aún terminaba de comer cuando el quejido de Angela y un fuerte rayo de poder se presentó apagando incluso la fogata que ya estaba encendida.
-Eso la enseñará!- habló
-Quien eres?!
-Soy XXX, no te metas caballero... ella tiene que aprender a respetar!
-Callate!- gritó furioso -Ella tiene sus razones y son muy justas!-
-Y eso a mi que? Nadie me falta el respeto ni a mí ni a mis subordinados!-
-POLVO DE DIAMANTES!- atacó -Si no quieres morir congelado lárgate! Y no vuelvas!-
El caballero se alejó sin decir nada más.
-Angela!- corrió hacía la joven, la noche estaba oscura y no podía ver del todo bien. Al parecer se había desvanecido, tenía que ayudarla.

[En el santuario]

-Ya no tengo ganas de salir- dijo mientras estaba tirado en su cama -Ya habrá llegado Camus?

Estaba contando hasta los minutos para poder comunicarse a través de sus hojas mágicas, contando los minutos se le pareció aburrido así que decidió salir afuera a ver que había de nuevo.

[...]

-Casi muero, de verdad ¿crees que sería una broma?
-Yo solo dije que no me lo creía
-Pero lo bueno es que esa maldita la pago, pero aún me falta mucho... mucho
-Si dices que ya la has atacado ¿por que la sigues persiguiendo?
-Y a ti que te importa! De igual manera... si el caballero dorado no me hubiera atacado con su aire frío tal vez me hubiera acabado con la maldita
-Ya tendrás oportunidad, ella siempre anda sola aún cuando la envían con personas ¿no se te hace raro que ahora si este junto a ese caballero?
-Se me hizo muy raro, pensé que se alejaría como siempre lo hace
-Se dice que ella era hermana de quien ahora es un caballero dorado, quizás él sea esa persona
-De todas maneras, me las va a pagar

Detrás de un pilar se encontraba Milo, escuchando todo en silencio.
No estaba seguro pero se le vino a la mente que esas personas de las que hablan podrían ser su querida hermana y la persona que el ama.
Evitó meterse en problemas y no puso su presencia en aquella conversación, no a menos que compruebe su teoría.

[...]

Tendría que encontrar la forma de averiguar cómo estaban ellos, si de verdad fueron atacados.
¿como lo haría?

Su mente estaba tan ocupada que tarde se dio cuenta de un llanto cercano.
Se acerco lentamente hacía el lugar para no ser inoportuno.

-Afrodita?- susurró

El sueco lloraba sin consuelo, estaba sentando entre la hierba mojada y a sus espaldas un gran árbol era su único soporte. El ambiente era depresivo de por sí, el sol no alumbró en su esplendor y la sombra le daba un aspecto más triste.
¿Por qué lloraba de esa manera?
Por más curiosidad que tenía, no podía hacer más que observar.

♡ºCamus Eres Mi CRUSHº♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora