Capítulo 10

366 50 0
                                    

Singto's POV

No lo había querido pensar demasiado, pero aquel sueño se seguía repitiendo una y otra vez; parecía imposible sacarlo de mi cabeza.

Desde la primera vez que tuve aquel sueño, éste se había repetido tantas veces que prácticamente lo había memorizado; de vez en cuando aparecían cosas nuevas y aunque pareciera totalmente ilógico, incoherente o increíble, mi corazón comenzaba a latir rápidamente cuando 'él' aparecía; como si estuviera enamorado de la persona que aparecía en mi subconsciente.

¿Es posible enamorarse de alguien que solo ves en sueños?

Para mí, era algo extraño de pensar, pero cada vez, cuando mi cabeza tocaba la almohada, inconscientemente pedía volver a soñar lo mismo otra vez y es que, todo lo que soñaba me gustaba: el panorama, la persona que ahí aparecía, el cielo azul marino, las estrellas despampanantes y los planetas que se visualizaban sin esfuerzo alguno ante mis ojos, me había enamorado del mar que ahí había, de la comodidad que sentía, de lo familiar y desconocido, al mismo tiempo, que me parecía todo.

Llegué a platicarle a Ohm y él no hizo más que asentir con la cabeza y darme un poco de mi lado, lo cual no era de extrañar, ya le había contado tanto acerca de lo que veía cuando dormía que seguro no sería sorprendente para él; mis sueños eran novedosos, innovadores, llenos de terror o cosas increíbles que solo ves a través del cine, si fuera buen redactor, definitivamente escribiría todos mis sueños en forma de novelas; sería famoso, incluso yo amaba soñar lo que soñaba.

Pero, aunque Ohm ya no se emocionara, había una persona que sí lo hacía y de forma un poco eufórica: Krist.

Cada noche antes de dormir, le contaba todo lo que soñaba a Krist, eran tan amenas las pláticas que incluso dejé de dormir a lado de Ohm y prefería irme a mi departamento para estar solo, sin la necesidad de esconder el brillo de mi pantalla. No sabía si sentirme culpable, mentiroso o alguna cosa análoga, no sabía cómo sentirme, porque realmente no sentía nada.

Esperaba pacientemente el sábado para tener una larga charla con Gun, una charla que era realmente necesaria ya que no esperaba lo que el viernes por la mañana ocurría en la televisión.

Gun había tenido una conferencia de prensa por una nueva película que protagonizaría, la conferencia había sido transmitida por televisión, después de haberlo conocido en persona, por primera vez había tenido curiosidad de saber cómo se comportaba enfrente de la cámara y, nada pudo sorprenderme.

Había ingresado con un traje totalmente adecuado, seguramente hecho a la medida por algún diseñador, su sonrisa era brillante, sus labios se curvaban y sus perfectos dientes alineados se asomaban junto con esos hoyuelos que aparecían en sus mejillas; cualquiera pensaría que era hermoso, y sí, lo era.

Las preguntas comenzaron, muchas de ellas tenían relación con la película, otras tantas cuestionaban respecto de su vida personal. Él estaba sentado tras una mesa cubierta con una tela color rojo vino, un vaso de agua encima y el micrófono a la altura de la boca de Gun, éste respondía todo con una sonrisa, deslumbrante y lleno de gracia.

No todo podía ser como lo pintaban, y hablando más con Krist, pude conocer un lado de Gun Atthaphan que para todos era indiferente.

Le prohibía hablar con ciertas personas; en mi cabeza, solo podía imaginar cuántas personas eran, Krist estaba lleno de vida, su sonrisa era resplandeciente estuviera donde estuviera, era travieso como un niño de 8 años, amigable y sociable, alguien como él, está destinado a estar rodeado de personas, así que, por eso, seguramente la cantidad de personas a las que Krist ya no podía hablarles eran muchas.

Gun tenía acceso a todas las redes sociales de Krist; y pudo no haberme parecido raro al principio -tanto-, porque aunque yo fuera una fanático de la privacidad, Ohm también tenía acceso a mis cuentas y yo a las suyas, nunca nos las exigimos, dimos con el acceso por cosas normales, como cuando nos prestábamos el ordenador para checar algo, pedirnos el favor de ingresar a alguna de las cuentas para revisar algo; así nos habíamos hecho con los accesos del otro y me parecía bien, no tenía nada y al menos de mi parte, nunca abría las cuentas de Ohm aunque pudiera hacerlo sin problema; le tenía confianza después de todo.

Era un celoso posesivo; y parecía que a Krist le gustaba.

Gun era tan celoso que con lo que me contaba Krist no sabía si reír o preocuparme en serio, pero me inclinaba un poco más a la segunda opción, porque Krist lo justificaba y respondía: 'es su manera de amarme', 'así es él'. ¿Qué clase de persona normal se ponía celoso de la contestadora del teléfono o de tu propia hermana menor?

Pensar en ese tipo de situaciones me estresaba y mi preocupación se elevaba porque era consciente de que la persona que pasaba por ello era uno de mis amigos.

Así que fruncí el ceño al ver la sonrisa amplia que Gun mostraba frente a las cámaras; tan lindo que nadie podría imaginar que le dejaba de hablar por días a su pareja para hacerlo sentir mal, que le escribía y decía cosas hirientes. Gun era un maestro para ocultar todo eso.

Iba a apagar la televisión hasta que el nombre de Ohm Pawat se escuchó y decidí seguir viendo aquello.

Uno de los entrevistadores le había preguntado a Gun qué se sintió trabajar al lado de Ohm y de pronto recordé que efectivamente, Ohm fue uno de los actores para este trabajo y por supuesto, compañero de Gun.

-Creo que aún es muy joven.

Gun esbozó una sonrisa ladina y si no lo hubiera conocido en persona, no habría podido identificar ese gesto burlesco.

-Aún le falta aprender mucho; tiende a fijarse en cosas que no le benefician. -¿Eso había sido una indirecta hacía mí?

-Pero recientemente ha sido reconocido por los trabajos que ha hecho. -Le reconoció uno de los entrevistadores y Gun solo alzó los hombros restándole importancia de forma descarada.

-No tengo nada más qué decir de Ohm Pawat, es infantil, no toma el trabajo en serio, tal vez solo tiene talento, pero si no lo desarrolla se quedará siempre en el mismo lugar.

Resoplé y tiré el control de la televisión al sofá.

Me irritaba el tono de superioridad que Gun utilizaba para hablar de Ohm, como si tuviese el derecho de criticarlo de esa forma, pero más que atacar a Ohm, sentía que me quería atacar a mí a través de él.

Gun no era una persona que yo elegiría para tener cerca, menospreciaba y manipulaba a Krist, se reía de Ohm, y me hacía enfadar. Aun con la sensación de irritabilidad en el pecho, reservaría mis comentarios para el día siguiente, para cuando por fin tuviera a Atthaphan enfrente de mí.

Sun & MoonlightWhere stories live. Discover now