Capitulo 4

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—Rachel... era mi todo.

La declaración que el aperlado acababa de hacer hizo que los ojos zafiro del contrario se abrieran de la sorpresa. Era mucha dependencia para su gusto. ¿Cómo es que alguien puede con tanta facilidad llegar a ese nivel de devoción? Pero había algo que le regresaba un poco de esperanza al caso de su compañero, y era el tiempo en el que conjugo esa oración.

—¿Era?

—Un día se fue... supongo que me acostumbre a estar solo de nuevo, pero su imagen aun no se va de mi cabeza.

—¿Y por qué es tan importante para ti?

El aire que pasaba por el pequeño agujero en el vidrio roto del salón hacía un suave silbido que inundo el silencio formado. Baam pensaba en las palabras correctas para poder responder esa pregunta y Khun se llenaba con más ansia por cada segundo transcurrido. ¿Por qué me importa tanto?, pensó. Y a la mitad de sus intentos de calmarse una alegre voz volvió a escucharse.

—Todo lo que conozco, lo que se y hago se lo debo a ella. Puede que incluso hubiera muerto si no fuera por su ayuda. Me prestaba libros para que aprendiera a hablar y leer, me explico modales, me traía comida y me regaló ropa. Se que debió ser difícil, yo estaba pequeño y ella no era más que un par de años más grande que yo. Pero...

La felicidad que salía de sus labios decayó al final, y Khun no dijo nada. Prefirió darle espacio para que continuara a su gusto y dijera solo lo que estaba cómodo con compartir.

—Un día empezó a ser distante, sus visitas dejaron de ser diarias hasta que ya no hacía ninguna. Recuerdo que esos días tenía miedo de preguntar cuál era el problema y decidí quedarme callado... hasta que perdí la oportunidad.  Me decía que si no me lo dijo ella debió ser por algo, sin embargo, ahora siento que cualquier día podría morir y cuando pase quiero saber el motivo.

Otro silencio se formó y Baam se mostraba un rostro relajado, no es un tema que pensara gritarle al mundo, pero tampoco quería olvidarlo y si no lo contaba sabía que eventualmente pasaría. Pero para Khun faltaba que dijera algo y al darse cuenta de que no iba a ser escupido a excepción de que interviniera, olvido el espacio que le quería dar.

—¿Es todo lo que quieres, saber su motivo? —el peliazul iba a quedarse callado, pero era suficientemente egoísta para querer esa respuesta. Como su compañero era esencial saber el curso por el que podían ir las cosas.

—No lo sé... lo decidiré después de escucharla.

—Se que no te gustará que diga esto, pero por lo que escucho dudo que me caiga bien ella. Eso de irse sin explicar por qué no es agradable —de hecho, lo odiaba, porque le recordaba tanto a la vieja versión de él, esa que tanto quiere eliminar.

Sin querer Khun invoco recuerdos de su pasado en donde había sucedido algo parecido, pero él estaba del otro lado de la moneda. Después de que aceptaran a María como una de las posibles herederas de las empresas Zahard y a pesar de no ser lo que ella quería decidió alejarse. El trauma que traía de su familia lo hacía aborrecer todo lo que no fuera efectivo o útil, si algo no era beneficioso lo eliminabas. En ese momento él se sintió como esa parte innecesaria de la ecuación que tenía que ser borrada, y sin explicación se largó de su vida.

Ahora se preguntaba si María lo odiaría por haberse marchado sin decir una sola palabra a pesar de todo lo que habían vivido juntos, o sería una anormal como el chico con el que compartía habitación.

Se rio a lo bajo, si es que no ha cambiado desde la última vez que la vio probablemente actué igual que Baam. Los dos eran personas raras en este mundo, raras como lo son las joyas más hermosas que puedes ver.

Revived [Zombi AU]Where stories live. Discover now