V

3.8K 401 227
                                    

Estábamos por salir de clase; la maestra se había ido a atender unos asuntos que le tomarían "unos minutos" y no volvió a aparecer más, por lo que el salón entero lo tomo como hora libre. Frank por su parte giró su banco hacía mí, guardando sus cosas en la mochila, preparándose también para huir del salón.

— ¿Qué tal? ¿Nervioso? - Sonrió.

— ¿Por qué lo estaría? Sólo estoy algo ansioso - Sonreí. - Quiero estar ahí.

— Eso es bueno, seguro vas a ser el más popular entre los chicos. - Me animó.

— No lo sé, también dudo que haya alguien más guapo que yo, pero diré que todo puede pasar. - Reí.

Frank sonrió orgulloso, negando para sí mismo.

— Es bueno tener confianza. No esperaba menos de mi amigo.

— ¿Y cómo te fue ayer? - Pregunté mientras le imitaba y comenzaba a guardar las cosas en mi mochila.

— Uh, ¿Con qué? - Preguntó confundido.

— Con tu cita; y en tu primera clase, desde luego. - Añadí.

Honestamente, tenía muchas ganas de saber ambas cosas, pero sobre todo quería saber cómo habían ido las cosas con esa chica. En natación era bastante obvio que le iría genial, pero su vida amorosa era algo de lo que aún no sabía bastante bien. Aparte de que me fui de la biblioteca para dejarles un poco de privacidad y terminé siendo devorado por Bright Vachirawit. No quería terminar decepcionado de saber que mis labios habían sido inútilmente violados para nada.

— Uh, sobre ella. - Infló sus mejillas dejando salir el aire lentamente; casi como un suspiro. - No funcionó como esperé. - Concluyó.

— ¿Por? - Pregunté un poco desesperado.

El rostro de mi amigo se empapó con completa confusión y un doblez en su ceño se hizo presente. Era consciente que podía estar entrometiéndome en sus asuntos y que existía la posibilidad de que mi amigo no quisiera hablar de ello, pero no podía simplemente disimular cuan desconcertado estaba.

Mi sacrificio había quedado en vano y ni siquiera podía decirle lo que habían tenido que pasar mientras él hablaba con aquella chica.

¿Cómo se supone que iba a decirle que mientras él estaba conociendo a una chica yo estaba siendo besado por un chico justo la mitad del jardín de la universidad? Y peor aún, que ese chico era el mismo idiota por el que Frank tenía miedo de que me echara para atrás sobre entrar al club de música.

— Se veían demasiado bien cuando me fui, podía jurar que se llevaban bastante bien. – Dije en un intento de excusar mi exceso de energía en la línea anterior.

— Lo hacemos - Se apresuró a decir. - Lea y yo nos llevamos bastante bien, incluso creo que la veré más seguido.

— ¿Entonces? - Pregunté aturdido por su falta de elaboración. - ¿Qué es lo que no funcionó?

— Somos demasiado iguales. No sentí algo que me emocionara más allá, es casi como yo. – Habló decepcionado, jugando con sus manos. - Es una buena amiga, y muy linda, pero no me hace sentir diferente. Ya sabes, ese rush de adrenalina que te esperas cuando hay algo emocionante que quieres hacer - explicó algo triste - Es casi como hablar contigo; puedo hablar contigo todo el día porque me agradas mucho, pero no podría imaginarme teniendo otro tipo de encuentros románticos contigo.

Mi cara se transformó en par de segundos, él sólo rio de golpe y se pescó en mi hombro. Su cara mientras me jalaba el brazo no era otra más que de completo goce. Molestarme era uno de sus mejores pasatiempos, y algo me decía que no acabaría ahí.

EnchantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora