🍂 8. Confesión

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Hoseok entró al departamento con una expresión resignada. Ya no podía echarse para atrás.

—Ya llegué —anunció como era costumbre.

—Bienvenido de vuelta —le respondió Yoongi desde la cocina.

Hoseok dejó la botella que llevaba en brazos sobre el mesón. Le temblaban los brazos, pero no por el peso, sino por los nervios.

Su Hyung en ese momento volteó a verlo y le dedicó una pequeña sonrisa. Llevaba puesto un delantal de color azul marino y se veía mucho mejor en comparación a aquella mañana. Ya no parecía un muerto viviente, pensó.

—Siéntate, Hobi. La cena ya casi está lista —le dijo.

Hoseok obedeció sin decir palabra. La ansiedad le estaba matando. Quería terminar con el asunto de una vez por todas pero al mismo tiempo, si podía posponer la conversación, no se quejaría. No estaba listo para que su corazón se rompiera.

Un delicioso aroma llegó a sus fosas nasales, sintió su boca aguarse y su estómago rugir de hambre.

—¿Lasaña? —cuestionó aunque era obvio.

—Si —confirmó Yoongi de todos modos— ¿Prefieres hablar primero o comer? ¿O hablamos mientras comemos? —Yoongi dejó los platos en la mesa y se sentó en su lugar, enfrente suyo.

—Comemos primero —respondió.

Estaba seguro de que sí trataban el tema durante la comida, perdería todo el apetito.

La cena transcurrió con un ambiente tenso al principio, pero después de un rato empezaron a conversar de temas al azar, logrando dejar de lado la incomodidad para pasar a algo más agradable y hasta familiar. 

Finalmente cuando terminaron. En un acuerdo silencioso lavaron la vajilla juntos y luego se sentaron en la pequeña sala para finalmente enfrentar los hechos. Yoongi en el extremo derecho y Hoseok en el otro.

—Extrañaba comer contigo —comentó Yoongi.

—¿Ah, sí? —su Hyung asintió— Es bueno saber eso, considerando el hecho de que no viniste a cenar dos días —agregó en reclamo.

—Yo... de verdad lamento eso —se disculpó el pelinegro.

—¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué lo ocultaste?

Yoongi en ese momento levantó la mirada y la fijó en la suya.

—No quise decirte porque no quería que las cosas se pusieran raras entre nosotros ¿De acuerdo?

Hoseok entendía aquello pero ¿Eso significaba que su Hyung no correspondía sus sentimientos?

—Sé que fui un idiota —dijo Yoongi casi inmediatamente después— Me comporté como un gran imbécil. No sólo te oculté cosas, también te evadí y huí como un cobarde. No debí hacerlo y lo siento, Hoseok. Sé que estás molesto y lo entiendo —silencio— Fui un hijo de puta ¿Cierto?

—Cierto —contestó y sonrió sin poder evitarlo, estando de acuerdo.

—Estoy muy arrepentido por lo de ese día, por mentir y por lo de ayer, aunque si te soy sincero no recuerdo nada... casi nada de anoche y... Joder, no debí hacerlo. Lo siento.

No estaba muy seguro de qué decir, se sentía herido con las últimas palabras de Yoongi. Estaba arrepentido, pero eso ¿Qué significaba? ¿Quería decir que absolutamente todo había sido un error? ¿Le había besado solamente porque estaba borracho? ¿Sólo por eso?

Maldita sea...
Sentía sus ojos picar. No quería llorar.

—¿Te arrepientes? —preguntó.

—Sí, lo hago —Hoseok sintió como el nudo que se había formado en su garganta le cortaba la respiración— Nunca debí besarte. No en ese estado —terminó de decir Yoongi. Hoseok sintió una chispa de esperanza nacer en su pecho— Pero no pude evitarlo.

La mezcla de emociones hacían que su corazón se estrujara y aliviara cada cierto tiempo. Cuando volvió a ver a su mayor, notó un brillo peculiar en sus ojos, uno que no supo descifrar en ese preciso instante, acompañada de una sonrisa tranquilizadora.

—¿Por qué? —preguntó Hoseok.

—Porque... —Miedo. Eso fue lo que si pudo notar en los ojos contrarios antes de que continuara hablando— Porque me gustas, Hoseok. Joder, realmente me gustas.

Sintió como su corazón daba un vuelco, debido a la sorpresa y a la incredulidad. Se quedó sin palabras y sin aliento ¿Había escuchado bien?

—Hace tiempo que empecé a sentir esto por ti —continuó su hyung— Yo... No te lo dije porque tenía miedo. Me aterraba que no sintieras lo mismo y que termináramos separándonos —Hoseok le creyó. En ese momento Yoongi parecía igual de asustado que él, pero también lucía muy determinado y valiente, se le acercó hasta quedar a su lado. El castaño se sintió extrañamente bien con su cercanía— Dime que eso no pasará, Hobi. Dime que no te alejarás de mí —las manos del pelinegro tomaron las suyas— Dímelo, Hoseok.

Durante un momento inquietante, todo permaneció en silencio. Luego el castaño soltó el aire contenido y entrelazó sus dedos y los apretó. Un gesto que daba a entender su presencia y sus intenciones de mantenerse ahí, a su lado.

No podía creerlo...
Le gustaba a su Hyung.

—Joder, Min Yoongi. Debes estar bromeando —dijo el menor, con una enorme sonrisa en sus labios.

¡Le gustaba a su Hyung! ¡Se sentía tan feliz que lo único que quería hacer era besarle!

Rió al notar la expresión confundida de su mayor ante sus palabras.

—No me alejaré de ti  —aclaró entonces— Porque también me gustas, Yoongi Hyung —confesó. Por fin.

Lost Kisses [ Sope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora