Capítulo 2

305 18 7
                                    

No he pegado ojo en toda la noche pensando quién será la usurpadora en nuestra maravillosa historia de amor, pues mi querido Ban no me dijo nada, solo que la conocería el próximo sábado, o lo que es lo mismo, en NUESTRA FIESTA DE CUMPLEAÑOS.

¿En serio?

¿No podías habérmelo dicho hace meses cuando empezasteis a salir?

-¡¡CUATRO MALDITOS MESES LLEVAN SALIENDO!! Y no me ha dicho nada de nada. ¡Nada! Y tonta de mí ilusionada porque pensaba que se iba a confesar como regalo de cumpleaños pero resulta que el regalo es confesarme que está CON OTRA CHICA y que va a presentármela en NUESTRA fiesta de cumpleaños. ¿Te lo puedes creer? ¿Cómo puede ser tan desconsiderado? Encima el muy cretino, guapo, pero cretino me confiesa que le costaba mucho más contármelo a mí que a sus padres. ¿Se cree que le voy a pegar un bocado a su novia? Un bocado no, pero un empujoncito de vez en cuando quizás sí, todo depende de quien sea. ¿Será alguien del instituto? No lo creo, me hubiera enterado por muy secreto que fuese su  noviazgo...Dime, tú qué opinas.

-Opino dos cosas. ¿Cómo te has colado en mi habitación? Y ¡A mí que me cuentas! Os conocí ayer.

Miré a Helbram desesperada.

-Precisamente por eso te lo cuento a ti, porque no nos conoces, no tenemos ningún tipo de relación y puedes ser más objetivo al ver la situación desde fuera. Si se lo cuento a Elizabeth me recriminaría no haberme confesado en estos años que llevo babeando por él.

-¿Y por qué no lo has hecho? – murmuró a la almohada. Se la quité para evitar que volviera a dormirse.

-¡Porque no me sentía preparada! Llevamos años siendo amigos, imagínate el papelón si le confieso mis sentimientos y me rechaza. Necesitaba tener algún tipo de señal o encaminarlo para que fuese él quien me pidiese de salir.

-Por esa razón odio a las tías como tú.- se incorporó rascándose la cabeza observándome con los ojos aún pegados. Aún no había amanecido cuando entré en su habitación – Dices estar enamorada de él pero no has hecho nada para que se quede a tu lado. Te has quedado sentada esperando, imaginándote mil escenarios absurdos de películas de Disney dónde Ban se te declara y vivís felices y coméis perdices – bostezó – Y mientras tú esperabas otra tía, más decidida, se te ha adelantado y te lo ha arrebatado en tus propias narices.

Menudo derechazo acababa de recibir dejándome totalmente KO.

Pero Helbram tiene razón.

Mierda, voy a llorar por centésima vez.

-Ah, perdona, he sido un poco brusco pero querías mi opinión y te la he dado. ¿Estás bien? ¿Elaine?

-¡Tienes toda la razón! – me incorporé pero sin levantar la voz, no quería despertar a sus padres – Cómo no me he dado cuenta antes... ¡Las tías somos unas auténticas zorras!

Aunque decir zorra era quedarme corta pero no conocía a la chica, ni cómo se habían conocido, ni quién se había confesado primero. No sabía nada de nada porque no le di opción a Ban a explicármelo. Salí huyendo, literalmente, a esconderme debajo de las sábanas mágicas de mi cama.

-¿Pero de verdad estás enamorada de él? - ¡Al 100%! exclamé - ¿Segura? Porque si estás enamorada de él supongo que no le quitarías ojo de encima.

-Siempre le estoy observando, incluso cuando está en su habitación.

-¿Eres una stalker? - murmuró.

-¡No, no lo soy! Simplemente su ventana y la mía están enfrente una de la otra y, de vez en cuando (muy de vez en cuando) le observo cuando está estudiando o leyendo. Con solo mirarle ya soy feliz.

La Novia de Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora