Shame [l.s.]

Once: Always You

T R E S

La incomodidad se sentía en el ambiente. La tensión de los chicos aumentaba a medida que los minutos pasaban.

Zayn estaba sentado en uno de los sillones cerca de la ventana, mordiéndose el labio con preocupación. Su pie tamborileaba contra el piso a un ritmo que nadie era capaz de descifrar y no se calmaba, ni siquiera con la voz suave e inusualmente seria de Liam, que se había sentado a su lado.

Niall al otro lado, sentado en un taburete alto rasgaba una guitarra, totalmente concentrado en el instrumento y sin levantar la mirada de ahí.

Harry estaba parado apoyado en una columna del lugar, pasándose la mano por el cabello cada cierto tiempo y evitando a toda costa la mirada de los demás. De rato en rato jugueteaba con un collar que seguía llevando colgado del pecho y se mordía con fuerza el labio.

Y Ryan alternaba la mirada entre esos cuatro chicos que conocía hace años y era consciente de que nunca los había visto tan apagados como ese día. Miró a la puerta tieso como una varilla al escuchar los pasos de alguien al otro lado.

El trozo de madera se abrió, revelando a un demacrado omega de ojos azules que parecía un muerto en vida. Los ojos apagados con unas ojeras oscuras que los enmarcaban, las mejillas hundidas y la barba descuidada complementaba el aspecto descuidado que Louis tenía en general.

Se adentró, casi por inercia, a la estancia y saludó con un leve murmullo.

Zayn se puso de pie como impulsado por un resorte y apretó los puños, mirando de reojo al alfa que estaba más alejado, saludó a su amigo con un suave abrazo.

Liam y Niall, dejando de hacer lo que estaban haciendo, se acercaron y le dieron un breve abrazo cargado de incomodidad que provocó que el omega frunciera la nariz, desacostumbrado al olor fuerte de los alfas, en esos pocos meses solo había estado cerca al alfa de su padre.

Louis les sonrió, tratando de demostrarles que estaba bien y se giró hacia Ryan, evitando totalmente al alfa que lucía impotente y desesperado en un rincón del estudio.