¡Hey, Chica invisible! [ #1 ] (REESCRIBIENDO)

|26| Recuerdos

Porque cuando se trataba de ella podía matar hasta el último ser humano de la tierra...

IAN

Febrero, 2015
—¿Adónde van a salir?— alzo las cejas acomodando la chaqueta sobre mi cuerpo. Mi hermana me observa dudosa mientras termina de colocarse un abrigo y cerrar un maletín lleno de papeles.

—Amor ya es hora— Ethan llega a la sala luciendo un smoking negro sonriente. Recorre con la mirada a Camille mientras sus ojos brillan enamorados.

Alguna vez desearía poder contemplar con ese amor y admiración a una persona.

Camille lo ojea sonriente antes de acercarse a besarlo.

—Recuérdame como es que tuve la suerte de casarme con un hombre tan guapo— palmea su pecho con suavidad y acomoda la corbata de mi cuñado antes de voltearse para tomar los maletines.

—Es lo que me pregunto yo todos los días— chasquea la lengua escaneándola con lujuria mientras recibe un maletín.

—Bien, andando, Señor Evans— Cam sonríe caminando hacia la puerta en donde la esperan los paraguas. —Ian, quedas a cargo, porque no sé dónde está mamá, o si va a llegar.

—Pero yo tengo una fiesta hoy.

—Pues, es lamentable que no puedas asistir— sonríe abriendo su paraguas en el marco de la puerta.

Está loca si cree que me quedaré aquí encerrado.

+++

La cerveza abunda en el lugar y la música se escucha a todo volumen.

Me bajo del auto apenas diviso a Alex con un par de chicas. Las escaneo sonriente acercándome a mi mejor amigo.

—¡Brown! Bro...— Alex me abraza dejando pequeñas palmadas en mi espalda.—creí que no ibas a venir

Me encojo de hombros recibiendo un vaso de cerveza por parte de una de las chicas. —Ya sabes, tuve que esperar a que mi sobrina se durmiera— chasqueo mi lengua desganado —Me tienen de niñera, hermano.

—Tu sobrina...— la picardía aparece en su rostro. Mi expresión se endurece mientras aprieto el vaso en mi mano, odiaba que osaran mirar a Adara de forma morbosa.

—Mira hijo de puta— lo levanto del cuello de su camisa —tú osas tocar alguna vez a mi sobrina, y te juro que nunca más vuelves a ver la luz del sol —escupo con molestia en su rostro antes de soltarlo.

Alex se arregla la ropa antes de sonreírme nuevamente, —Parece que hoy no estamos de humor, ¿eh?— lo fulmino con la mirada antes de adentrarme a la fiesta.