Capítulo 31

983 103 24
                                    

-No vas a deshacerte de mí tan fácilmente-

-Eso ya lo dijiste-

-Es para que te quede claro-

-Fírmalo por escrito y te creeré-

-Nuestro contrato vence a fin de mes, por cuanto tiempo quieres firmar esta vez

-Te parece si renovamos a un año-

-No lo sé, la cláusula de que te tengo que prestar mi moto no termina de convencerme-

-La quieres más a ella que a mí-

-Definitivamente, si pudiera me la cogería-

Camus se carcajeo -Es una suerte para mí que no puedas hacerlo o ya no me necesitarías-

-Te encontraría algún uso no te preocupes-

Camus sonrió y acaricio el rostro de Milo-Gracias-

-No tienes nada que agradecer-

-Si sí tengo, lo que dije respecto a tener miedo es cierto, jamás había sentido algo así por alguien y... no sé cómo lidiar con esto, por eso tengo que agradecerte que seas tan paciente conmigo-

-Te entiendo, porque para ser honesto me siento igual. Cuando nos conocimos me diste la impresión de ser alguien frio y desapasionado y pensé que estaba bien porque no tenía intenciones de implicarme pero... entre más tiempo pasamos juntos más cautivado me siento y aunque estoy disfrutándolo tampoco me gusta porque me estoy conteniendo, y me contengo porque no quiero terminar herido, no quería pensar en la posibilidad de que ibas a marcharte pero... si vas a quedarte quiero que dejemos de tener miedo, quiero... que sepas que tomo lo nuestro muy en serio-

-Eso lo sé, no tienes que aclararlo, y voy a... dejar que me hagas daño Milo, voy a dejar que me rompas el corazón si eso es lo que tiene que ocurrir, pero quiero que seas tú. Si se trata de ti sé que puedo dejar de tener miedo-

Volvieron a besarse enredando sus cuerpos nuevamente, disfrutando de la calidez del aliento ajeno, sus cuerpos eran más honestos que sus palabras y aunque ambos en muchas ocasiones y con muchas personas distintas habían hecho ese mismo acto, nunca lo había sentido tan honesto, tan real y mientras se fundían una vez más el uno con el otro supieron que el estar bien, el estar juntos no era solo un compromiso, era una declaración de principios

-Despacio... aaaaah...Milo me haces cosquillas- Camus no se aguantó la carcajada que la brusquedad de Milo le provocaba

-Es que estas piernas-Milo apretó los muslos de Camus alrededor de su cara-Me encantas Camus-

-Tú también me encantas amor-

Milo se quedó recostado en el abdomen de Camus mientras este le acariciaba el cabello

-Este es el mejor lugar del mundo sabes-aseguro el griego suspirando restregándose contra su abdomen-Estando entre tus piernas nada más importa-

Camus rio quedamente

-Un masaje mi amor, estas muy tenso todavía-

Camus asintió agradecido, la realidad es que no tenía dudas respecto a lo que iba a hacer, pero quien le dice que no a un masaje. Se puso boca abajo y bufo suavemente mientras Milo comenzaba a masajearle los pies

-Me encanta tocarte-aseguro Milo subiendo las manos por sus pantorrillas-Me encanta repasar todas tus formas-aseguro coqueto apretándole el trasero-Como se siente esto-pregunto apretándole el lumbar

-Se siente muy bien-

-¿Y esto?-le apretó más los dorsales y Camus bufo satisfecho en respuesta

Nuestro tratoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz