La Ultima Sakamaki

Capitulo 20-. Las Pesadillas

Narración Omnisciente

Todos los hermanos estaban sorprendidos de ver aquel padre venir tan rápido, aunque no se le puede extrañar, que él se preocupara más por su linda princesa que por los demás, esto ya lo tenían siempre en su mente, tanto que ya ni le afecta no le preocupan tan siquiera.

Karlheinz -. ¿Qué le paso a ___? – estaba ya en la puerta de aquel cuarto de la pequeña mientras que veía que esta no reaccionaba ante nada.

Reiji-. Como te lo había explicado, una humana vino aquí en nuestra mansión, ___ fue abrirle así que fue la primera que la vio, y de ahí no sabemos que le está pasando, no quiere reaccionar ante nada, ni siquiera nos habal o nos mira – estaba preocupado, mientras que explicaba todo esto en una manera tranquila para que se le pudiera entender.

Karlheinz -. Hace tiempo que no le pasa esto, tanto que ya se había olvidado de cómo sacarla de esa mente – miraba a su pequeña con tristeza, por lo que se ponía en cuclillas enfrente de la niña.

Suspiro un poco, mientras que empezó a acariciarle aquel cabello a su niña, quien como ya se había dado cuenta, ella no iba a reaccionar ante nada de lo que estaba haciendo su padre, esto sumamente le estaba rompiendo el corazón, todos los hermanos se le quedaban viendo, ya que pensaban que era la solución para sacarla del estado en que se encontraba, por que desesperadamente quieren que su hermanita se encuentre totalmente bien, ya no la quieren ver así, no soportan verla así de esta manera.

Karlheinz-. La verdad es que es difícil de sacarla... -miro a los lados, para arrebatarle a Bunny de las manos de uno de sus hijos- ___, aquí esta tu conejo, recuerda quien te lo regalo, recuerda quien te prometió siempre estar contigo y nunca dejarte sola, esa persona no te quiere ver ahora mismo, así que por favor sonríe ___

La niña parecía ahora si escuchar aquellas palabras ya que desvió un poco su mirada a donde se encontraba aquel conejo de peluche, puesto a que lo único que faltaba a de decirle a la pequeña, quien era la persona que tenia que recordar, quien era la persona que amaba tanto la niña.

___-. Mamá... - susurraba ya despertando de aquel shock, pero sus ojos empezaron a cristalizarse, puesto a que ya había salido del shock poco a poco.

Todos empezaron a aliviar de que su hermanita por fin había salido de aquel trance, lo bueno es que, si había alguna forma de calmarla, por si esto iba a pasar más seguido, que esperaban que no, por ahora mismo no quieren ver a su hermanita sufrir de esta manera.

La niña agarro a su conejo con fuerza, mientras que empezaba a llorar a todo pulmón, puesto que a recordad aquellas pesadillas hacía que esta pequeña no pudiera ser feliz nuevamente, todo por un suceso que anhela olvidado, algo que ni siquiera puede ser perdonado por nadie, hacerle tanto daño a la pequeña, hacía que las cicatrices nunca se sanarán.

Pobre pequeña que no puede salir de sus pesadillas.

Shu-. Por fin ___ está bien – aun la tenía en brazos, por lo que no dudo ningún segundo en darle un gran abrazo.

Reiji-. ¿Qué es lo que le paso? ¿Por qué se puso así? – estaba exaltado al igual que los demás hermanos pues querían rápidamente respuestas porque no querían que esto volvía a pasar, no saben cómo seguir actuando, es imposible que la pequeña se quede cuando hay una humana en la mansión.

Karlheinz -. La verdad es muy difícil de decir, no lo puedo explicar solamente con palabras, por que yo solo se una parte de la historia, ___ es la que vio todo con sus propios ojos, ella es la que tiene la deicidio si les puedo decir o no – hablaba en un tono superior mientras que miraba a los demás con tristeza, puesto a que respetaba mucho la decisión de su pequeña.

Ayato-. Ore-sama, piensa que la princesa nunca nos va a decir, nos cuenta demasiado que nos tenga confianza hasta pensábamos que solamente quiere sonreír y tener siempre esos tormentos en su corazón – decía este hermano mientras que iba con su quería hermana a acariciarle el cabello, y que calmara su llanto.

Karlheinz-. Que sé que no lo podrá curar nunca, ni siquiera yo al ver lo que le hicieron... - se había quedado totalmente serio, mientras que miraba a su hija abrazando aquel conejo.

Aquel conejo que su madre le había regalado, era lo único que tenia la pequeña para recordar a su madre, esto simplemente le rompía el corazón a este vampiro, que buscaba por todos los medios algo para sanar a su hija y que fuera feliz nuevamente, como lo era hace meses, se sabe muy bien que esto con el tiempo se va a curar, pero lo que no sabe ¿Cuánto tiempo le tomara en curarse?

Ella pequeña sufrió una de las peores experiencias, que tendría que sufrir una niña, ni sabe en donde comenzar la historia, puesto a que sabe que el mar de lágrimas estará en cualquier palabras de aquella narración.

Todos esperaron a que la pequeña calmara su llanto, mientras que algunos hermanos empezaron a da irse con Yui, para decir que es mejor que este en paz, que por ahora no la pueden atender ya que tienen otras cosas mas importantes que hacer, claramente esto para chica humana se había molestado, ya que no está algo que les esperaba, no era como ella se lo habría imaginado que hubiera pasado, no es de su agrado esto.

La pequeña, por fin calmo su llanto, después de largos minutos, en solo abrazar el conejo, y hacer que todos solamente pudieran acariciarlas, mientras que su corazones se rompían cada minuto en donde solamente la veían.

Karlheinz -. ___, sabes que ya tienes que decirle, lo que te paso... La humana no se si estará aquí más rato, sabes que tus hermanos no son como tú, ellos si necesitan beber sangre de humanos – solamente había dicho esas palabras para llamar la atención de su pequeña.

Lo se... Les contaremos todo...