Mejor amiga

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Créditos en imagen

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Mimada, grosera, extraña, perturbadora y maquiavélica son algunas de las características con las que casi todos te describen.

No tus hermanos, por su puesto. Para ellos solo eres una pequeña niña que en ocasiones puede ser un poco difícil.

¿Para mi?, confieso que necesite que me sacaras de quicio un par de veces para finalmente comprenderte.

Eres una mujer atrapada en el cuerpo de una niña, hay cosas que jamás podrás experimentar, cosas que eternamente solo podrás imaginar, aún cuando el solo pensarlas te duela.

Por otro lado, no puedes revelarte contra nadie por tu condición. Las desventajas físicas serán siempre evidentes, eres una niña aún como vampiro. Más débil, más frágil. No puedes ni transformar a alguien, y ni los milenios podrán cambiar eso.

No te importaría simplemente provocar un escándalo que desencadenara tu muerte, y así acabar con el tormento, pero no lo haces por ellos...

Más que normal que te desahogues destruyendo tus juguetes e inventando juegos en los que eres tú la ama, la del poder supremo a la que todos temen y respetan, la que no le teme a nada, la que no está limitada en ninguna forma.

Relativamente aceptable que abuses de tus canguros, son las únicas sobre las que verdaderamente tienes poder, de forma indirecta, pero lo tienes.

Las cosas me iban muy mal un día, peleé una vez más con Sarah y me preguntaba otra vez si realmente era mi amiga.

Las cosas con mi novio iban muy mal por su culpa y hasta fallé un examen.

Estaba agotada y sin permiso entraste una vez más en mi pieza y te pusiste a saltar en la cama.

Harta, te grité y me sinceré contigo.

-¡Estoy harta de todo, pequeño demonio!. Lo que menos quiero ahora es entrar en tus juegos macabros.

-Eres mi canguro, tienes que hacer lo que yo quiera, para eso te pagan. Si no haces lo que quiero, gritaré muy fuerte y diré que eres mala conmigo.

Ahogue un grito en la almohada. Te sorprendiste mucho, no estás acostumbrada. Cada que hay problemas, te llevan de compras o buscan no involucrarte de cualquier manera posible.

Hasta cuando yo tengo problemas Nicolae se encarga de ti para que me dejes tranquila.

Aprovechando esta oportunidad que la existencia te ofrecía, cambiaste tu actitud y me pediste completamente seria que te compartiera mis penas contigo.

No tenía cabeza para mentir, así que aunque probablemente me arrepentiría después, me alivie un poco al soltarlo.

Por un tiempo no dijiste nada, creí que estabas buscando una forma maquiavélica de hacerme pagar el precio por irme de lengua.

Pero no, fuiste súper madura y me diste un consejo tan bueno que me quede con la boca abierta.

Me pediste que recordara que eres mayor que Nicolae, no debería ser tan sorprendente que puedas mantener una conversación adulta.

Y entonces me di cuenta, tienes toda la razón.

Desde entonces dejé de tratarte como a una niña, y tú me volviste tú amiga más que tú canguro.

Nuestra relación dio un giro de 180 grados, para agrado de todos, aunque desconocen lo que logró esta relación.

Sabemos que si se los decimos, no estarán de acuerdo. Para ellos tú solo eres una niña.

 Para ellos tú solo eres una niña

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