After The Storm [Adaptación Supercorp]

Chapter 13:

—¿Por qué Imra puede montar las guirnaldas de palomitas de maíz mientras yo estoy aquí con el confeti? —preguntó Veronica con tono de niña pequeña.

—Porque nadie se fía de ti cuando tienes una aguja en la mano —le contestó Alex.

—Ni con unas tijeras —intervino Samantha y todas se echaron a reír, incluyendo a Veronica.

Lejos de sus maridos, hijos o novios, a Lena y a sus amigas les había resultado natural volver a las costumbres del instituto: las bromas, las charlas y las risas. Era divertido y muy agradable, pero la morena tenía la cabeza en otro sitio.

Menos mal que la conversación no había desembocado en el tema de Kara Zor-El y ella se lo agradecía de todo corazón.

—Voy a preparar más ponche —sugirió Lena, pero antes de que llegara a la cocina, alguien llamó a la puerta.

—¿Habéis invitado a alguien más? —preguntó Imra con una risita picara.

—Pues he oído que Mike Matthews está por ti. Además, acaban de quitarle el aparato de la cara —intervino Alex haciendo reír a las demás.

Lena se echó a reír y fue hacia la puerta.

Pero no era Mike Matthews.

Con un suéter de lana beige, unos elegantes jeans ajustados y con un aspecto más imponente que nunca, Kara esperaba al otro lado de la puerta.

—Hola, Lena —saludó sonriente.

La casa entera se quedó en silencio de repente, lo único que podía oír era los latidos de su corazón golpeándole contra el pecho. Parecía que no la hubiera visto durante años.

—Has vuelto a casa —murmuró justo antes de notar que se le sonrojaban las mejillas— Quiero decir que has regresado de California.

La mirada de Kara se paseó por todo su cuerpo, como si intentara abarcarla entera, y eso la puso aún más nerviosa.

—No podía estar más tiempo lejos de National City ni de...

—¿Tu casa de cristal? —interrumpió la azabache con malévola amargura. ¿Por qué se había presentado allí a torturarla?

—¿Puedo entrar?

Lena tuvo que utilizar todo su autocontrol para responder:

—Tengo visita, mejor en otro momento...

Pero Kara hizo caso omiso y entró.

—Lo que tengo que decirte no puede esperar. Buenas noches—saludó a las demás, que saludaron casi entre dientes y enseguida continuaron con lo que estaban haciendo— Siento interrumpir, pero tengo algo muy importante que decirle a Lena y no puedo esperar.

Eve se puso en pie de un salto.

—Deberíamos irnos...

—No —dijo Kara de inmediato mirando sobre todo a Veronica— Quiero que oigáis esto.

—Kara, ¿qué ocurre? —intervino Lena, que empezaba a no entender nada.

Kara se volvió a mirarla y en sus ojos había más ternura de la que nadie había visto en ella jamás.

—Hoy he tenido una conversación con tu padre.

—¿Has ido al cementerio? —le preguntó Lena con el corazón en un puño.

—Sí, tenía que decirle algo —entonces le agarró la mano y se la llevó a los labios para besarla suavemente— Te amo, Lena.

La azabache la miró con los ojos abiertos de par en par.