De ti

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-Narrador-

La noche había llegado la luna y con ella brillaban los ojos de los grandes reyes del pasado imponentes y expectantes por una mítica profecía.

Sobre un león y una hiena tan diferentes y tan iguales, uno lleno de bondad y el otro perdido en la penumbra, los antiguos reyes miraban desde el firmamento a dos seres completamente diferentes, rogando que fueran estos los destinados a cumplir tan irreal historia.

Dos seres que traerían la paz entre sus clanes, con un amor inquebrantable, un amor que ni siquiera la muerte sería capaz de separar...

Sin duda los antiguos gobernantes esperaban que esa profecía se cumpliera gracias a Kion y Janja.

Mientras los leones ancestrales observaban a estos dos, ellos a su vez veían el cielo desde la roca del rey.

-Esto es aburrido!- se quejó la hiena

-Para mí no, esto es algo hermoso- defendía el joven león

-Es ridículo!- gritó- es como ver un montón de luciérnagas ahogándose en un charco!- comparó la hiena

-Que? Eso no tiene sentido- rió Kion

-Mira quien lo dice, lo que no tiene sentido es ver las estrellas, ¿por qué tanto interés?- preguntó finalmente Janja

-Bueno, mi padre dice que las estrellas son los grandes reyes del pasado- explicó él

-los mismo del rugido?- preguntó

-exacto, cuando es su hora de partir toman su lugar entre las estrellas, nos observan desde el cielo, siempre estarán ahí para guiarnos- dijo recordando las palabras de su padre

-Pues a lo único que me están guiando es a un mareo muy fuerte- dijo él

-Ja, ja, ja no tiene caso pedirte que lo intentes, ¿verdad?- dijo mientras se echaba junto a él

-Estas en lo correcto- fue lo que se limitó a decir la hiena, confundido por las extrañas que ese simple cachorro empezaba a provocarle

Con un nudo en su cabeza se levantó, causando que su acompañante también lo hiciera

-Que sucede?- preguntó el león

-Nada, solo iré a ver a mi clan, regresaré pronto- hablo tajante

-Te acompaño entonces- declaró

-No!- Gritó- digo... no es necesario no tardaré, tu solo quédate aquí- dijo la hiena dispuesto a irse

-Entonces aquí te esperaré- declaro el cachorro para acercarse a Janja y dar un pequeña lamida a un lado de su hocico

Sin más Janja se retiró a toda prisa dejando a Kion solo en la roca del rey Esperándolo.

-Narra Janja-

Maldita sea ¿qué es lo que pasa conmigo? Que me está haciendo Kion, esto no está bien, no puedo caer ante él

-Aunque realmente se siente bien tener a alguien que te quiere- dije para mi mismo

Tu...Where stories live. Discover now