Todo empieza como un sueño normal, él en una playa con hermosa agua clara, tirado bajo el sol y con un refrescante trago en una de sus manos. Algo común, algo que Taehyung desea con ansias, pero se vuelve confuso cuando aparece rodeado de personas e...
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Al próximo encuentro que tuvieron, casi dos semanas después, Taehyung se dio cuenta que algo sucedía. Jeongguk se encontraba decaído, el rostro más pálido de lo normal y grandes ojeras oscuras debajo de sus ojos. Ya no hablaba como lo hacía tiempo atrás, ya no lo saludaba como tiempo atrás y lo que más le dolió fue el hecho de que el brillo de sus ojos parecía haberse extinguido.
Su melliza le había comentando algo, el último concierto que el muchacho había dado, se había descompensado y desmayado justo al final. Taehyung se preocupó, casi lloró cuando encontró el vídeo, que alguna fan había filmado, esparcido por la red. Pero la única forma que él tenía de poder comunicarse con el artista era a través de esos extraños encuentros que tenían por sueños, pero hacía días que no soñaba nada más que un fondo blanco y brillante que lo hizo preocuparse, sin embargo, él no podía hacer absolutamente nada.
La sonrisa rota que Jeon le dedicó, terminó de romperlo a él. Jugó con sus manos, nervioso e incómodo. No por la presencia del mayor sino por el hecho de que no sabía qué hacer o cómo actuar. Se sentó a su lado en la arena de la playa, observando como el sol salía en el horizonte; el aroma a sal permanecía en el aire y parecía intensificarse a medida que el viento golpeaba en el lugar.
—Si te sientes mal o algo por el estilo, sabes que puedes contarme. Estoy aquí para ti—Taehyung veía como los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar todo a su paso, las nubes tornándose de un rojo casi flúor dando la sensación de que parecía que todo estaba prendiendose fuego.
Se mantuvieron en silencio un tiempo más, tratando de mirar más allá del mar y tratando de disipar toda duda o temor que de pronto los abarcaba. Ellos estaban bien ahí, pero Jeongguk sabía que estarían mejor si pudieran estar juntos en la realidad en la que vivían.
Trató de hacer todo lo posible para que su aspecto no se viera tan desastroso, pero sabía muy bien que había fallado en el intento. No había dormido bien últimamente y tampoco se había alimentado como debía, a causa de eso había sufrido varios desmayos que preocupó a más de uno. Su anemia no había mejorado del todo y a pesar de que Jeongguk juró que tomaba los suplementos de hierro y las vitaminas como debía, Namjoon no creía gran parte de esto. El artista no sabía porqué su cuerpo estaba fallando tanto últimamente, era como algo que estaba comiendolo por dentro y él sabía qué era eso, pero por alguna razón no quería aceptarlo. Sabía que simplemente tenía que dejarlo ir, aceptarlo y tratar de vivir con ello, no guardarselo como estaba haciéndolo. Había intentado hablarlo con sus amigos, pero en el momento que se sentaron en la cafetería esperando por sus palabras se acobardó de inmediato y decidió dar marcha atrás, dejando sorprendidos a todos los presentes de ese día porque literalmente Gguk salió casi espantado de la cafetería.
Taehyung le había hablado como si estuvieran en algún tipo de terapia grupal y a pesar de que, por ahí, debía de molestarle, en realidad había apaciguado un poco el malestar que sentía.
