DOMINANTE ATRACCIÓN ||AMOS OSCUROS #2||

CAPÍTULO 4. LOS 7 JUEGOS DE PERVERSIÓN

Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a las escaleras que daban al sótano. Los siete juegos de la perversión solo se realizaban cada semana en un día diferente y solo algunos Amos y Sumisos reciben la invitación para participar. Al dómine Vampire y a mí nos llegaron las invitaciones, así que me puse en contacto con el Amo dragón para convencerle de enviar unas invitaciones extras para Mari e Ian y él accedió con gusto, ¿o tal vez fue que le dije que ellos querían participar en los juegos para tener una inolvidable despedida de solteros? Bueno, eso ya no es importante.

El lugar estaba iluminado por unas pocas luces. Dean toma mí mano y entrelaza sus dedos con los míos. Una pequeña corriente eléctrica atraviesa mi cuerpo y parece que él lo nota enseguida porque me pega a su pecho.

El olor de su perfume llega hasta mis fosas nasales. Desde que conozco a mi novio, tiene una mezcla embriagante de masculinidad que hace que quiera lanzarme en sus brazos cada vez que le tengo cerca. Mari e Ian avanzaban cada vez más intrigados por la sorpresa que les he preparado. Una puerta morada se encontraba hasta el final del pasillo justo la que nos va a conducir al cuarto de los siete pecados.

- ¿De verdad los vas a someter a eso? -pregunta Dean alzando sus cejas. Asiento y sonrío con malicia. Dean me da un rápido y apasionado beso que me deja sin aliento. Aun no puedo creer que tenga una relación con este maravilloso, sexy, dominante, dulce e italiano hombre. Mari voltea a ver a Dean con curiosidad y este parece leer aquella pregunta sin formular-. A donde vamos es una prueba de que tan buena es tu resistencia y que tan bueno o buena eres como Amo o Sumiso.

Ian me regala una sonrisa deslumbrante. Al parecer esto le daba una pizca de diversidad a su relación. La puerta está justo delante de nosotros. Ha llegado el momento para probar el fruto prohibido.

- ¿Listo para los juegos?

Todos asintieron y giro la cerradura. La puerta se abre inmediatamente y entramos al paraíso del sexo.

La habitación tenía las paredes pintadas de color rojo, tinto y anaranjado combinados entre sí para darle un aspecto ardiente, sexy, pervertido con aires de lujuria, tal como lo es el infierno. Toda clase de instrumentos para las prácticas de dominación se encontraban distribuidos en la espaciosa habitación. Desde la cruz de San Andrés, un potro, un gran círculo de metal integrada con cuatro esposas, una barra que cuelga para restringir brazos a los sumisos, hasta una mesa estilo de tortura. Distintos gatos de nueve colas y fustas se encontraban colgados en unos ganchos metálicos, mientras en una gran mesa están los juguetes más pequeños.

Quince personas se encontraban en la habitación. Desde Amos o Mistress, sumisos, Switch y personas que pagaron por asistir al evento. Una mujer muy atractiva caminaba en dirección de Dean y mía. Su vestido negro de látex hacen resaltar a un más sus curvas, su caminar era sexy y con elegancia. El collar que colgaba en su cuello, no lleva ninguna marca de estar a merced de un Dómine, ella es una sumisa libre. Cuando por fin llegó ante nosotros su mirada se desvía por un momento. Su sonrisa se ensancha al ver a Dean tomando mi mano.

-Hola,Vampire. Me alegra que esta noche sean los invitados. Hace tiempo que deseaba conocer a tu Ama -comenta con un tono de burla. Arqueo una ceja al escucharla. Aquella chica tenía un color inusual en sus ojos que parece que usa lentes de contacto. Al parecer ella lee mi pensamiento y me sonríe con amabilidad-. No uso lentes de contacto, Pharaoh. Desde que nací, tengo este extraño color lavanda en mis ojos.

Asiento ante su respuesta.

- ¿Aun no te decides por un Amo, Witch? -pregunta mi novio mientras sonríe con superioridad. Se estaba burlando a su costa. Le doy un codazo a Dean para que deje de ser pesado, pero al parecer no le dolió.