De rosa a Gris (TERMINADA)

Capitulo 7: Yo estoy aqui

Ꭰҽ འօʂą ą Ɠɾìʂ
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El silencio reinaba en aquella habitación, y a Ochako le resultó un poco incomodo.

──Oye──. Llamó al pecoso. ──Estoy bien, no necesito estar aquí──. Hablaba con toda confianza, pero ciertamente en su corazón se albergaba una pisca de inseguridad. ──Escapemos──.

Aquello hizo sonreír al peliverde, él mejor que nadie sabía que a la castaña no le gustaban los hospitales.

──Saltemos por la ventana y vámonos a casa──. Esta vez una risilla se escapó de los labios de Izuku.

──No podemos salir por la ventana, estamos en un segundo piso──. Siguió el juego, en cierto modo eso lo ayudaba a calmarse.

──Entonces, nos vestiremos como enfermeras. Te veras muy bien con vestido──.

El pecoso hizo una mueca en señal de desaprobación.

──¿Vestido?, no voy a usar un vestido──.

De pronto la puerta se abrió, dejando ver un médico con una mirada no muy alentadora.

Los nervios volvieron a atacar al peliverde haciendo que apretara aun mas la mano de su amada.

El doctor se acercó a la pareja y sin rodeos dio el diagnostico.

──Es un tumor cerebral──. Dijo viendo al peliverde.

Por los ojos del aquel joven comenzaban a asomarse unas cuantas lagrimas, dirigió su vista hacia la chica, su sonrisa se había esfumado dejando ver solo una expresión de miedo.

──¿Es maligno? ──. Su mano temblaba al preguntar aquello.

──Sí; pero lo hemos detectado a tiempo──.

Para Izuku esas palabras eran su esperanza.

──¿Eso quiere decir que es curable? ──. Había una chispa de emoción en su voz.

El médico asistió, provocando que el peliverde sonriera.

Pero claro una operación de esa magnitud no era nada barata y mucho menos gratis. Tímidamente Izuku preguntó por el precio.

──50,000──. Respondió el doctor. Izuku apretó su puño. ──Debemos operarla lo mas pronto posible──. Dijo el doctor para salir de la habitación.

Ochako no pudo mas y dejó salir sus lagrimas.

Izuku la abrazó, dejando salir unas cuantas lagrimas.

──Tranquila──. Decia él, acariciando la espalda de la chica. ──Todo esta bien...yo estoy aquí──. Añadió.

──¿Qué haremos? ──. Se preguntaba entre sollozos.

El peliverde se preguntaba lo mismo, no contaban con los recursos para pagar tal operación, de donde sacaría tal cantidad.

──Tranquila──. Dijo de nuevo para llevar una de sus manos a las mejillas rellenitas, con su pulgar comenzó a limpiar las lagrimas que aun caían.

──Me gustan tus mejillas──. Añadió sonrojando a la chica.

──Izuku──. Las palabras de su pareja le habían hecho sonreír.

──Vamos a salir de esta, ya verás──. Dijo para abrazarle de nuevo.

La chica asistió, correspondiéndole el abrazo.

──Me alegra tanto tenerte aquí──. Confesó tímidamente, aferrándose más a él.

──Aquí estaré siempre, no lo dudes──.