Solo Quiero Un sueño Feliz

Qué difícil

Los días pasaban y Yuzu era víctima del distanciamiento emocional con Mei, cada vez iba perdiendo más ese sentimiento de amor por la pelinegra, pero era dificil tener que fingir con su madre que no había pasado y pasaba nada, además de ser víctima del acoso paicológico de Mei cada que cometía el error de hablar de más. Era claro que la pelinegra estaba enojada todo el tiempo, Yuzu sentía la necesidad de ayudarla, si bien ya no era por el amor que le tenía, sí era por tratar de ayudar a su hermana, Mei no tenía a nadie más, pero cada que trataba de acercarse, la pelinegra la atacaba con frases hirientes, "no sirves para nada, "solo estorbas", "ojalá no te hubiera conocido", eran solo algunas de las frases que la pelinegra le decía cuando intentaba acercarse y ayudarla.

Yuzu estaba cansada de eso, pero tenía que soportarlo al vivir con ella, no podía simplemente evitar querer ayudar a Mei, ella estaba mal, molesta todo el tiempo, muy ajetreada... Sola. Casi no hablaba, ni siquiera con su madre, muy pocas veces lo hacía, pero tratar de acercarse era como andar por un campo minado. Yuzu no podía hacer nada al respecto, solo podía mantener la distancia y tratar de no causarle más problemas a la pelinegra de los que ya tenía... Solo podía ver a Mei consumirse lentamente

Esa tarde Yuzu caminaba con Harumi a la casa de esta, las dos iban hablando de los exámenes que se acercaban

Yuzu: ¿Qué voy a hacer Harumin?, no puedo entender muchas cosas, seguro volveré a reprobar.

La rubia suspiró con pesadez

Harumi: Tranquila Yuzucchi, seguro si te ayudo a estudiar podrás aprobar, por eso ya deja de lamentarte y sigue caminando, cuando lleguemos vamos a... Bueno, primero vamos a comer y luego estudiaremos.

Harumi le sonrió y siguieron caminando, al llegar a la casa de esta, su abuela las recibió

Abuela: Bienvenidas.

Harumi: Abuela, ¿hay algo de comer?, morimos de hambre.

La señora dio una pequeña risa

Abuela: Sí Harumi, pero solo espera unos minutos, ya pronto estará lista.

Harumi: Ok, iré a cambiarme mientras, dame tu mochila Yuzucchi, la llevaré a mi habitación.

La rubia le dio su mochila a su amiga y esta se retiró

Yuzu: ¿Le ayudo en algo señora?.

Abuela: Podrías ir preparando la mesa.

Yuzu: Está bien.

Yuzu comenzó a poner los platos y demás en la mesa

Yuzu: ¿Mitsuko sigue en el trabajo?.

Abuela: Sí, no llegará hasta dentro de dos horas.

Yuzu: Ok.

Yuzu quitó un plato de la mesa, la presencia de la hermana mayor de su amiga había sido menos hostil de lo que esperaba, había jurado que no le había agradado a Mitsuko, pero la pelivioleta era más amable de lo que parecía, era un poco brusca y directa, pero trataba de ser amable y paciente, era una combinación extraña, tenía esa precencia que imponía de inmediato, parecía muy fría, pero no era hosca, solo era directa, te decía las cosas de frente, pero sin arrogancia o violencia, aunque al parecer solo ella la veía así, Harumi le tenía miedo, también parecía que a Mei le ponía nerviosa su presencia

Yuzu pensaba en eso hasta que sintió una mano en su hombro, al voltear vio a Harumi

Harumi: ¿Estás bien Yuzucchi?.

Yuzu: Sí, solo pensaba en si Mitsuko aún no llegaría.

Harumi: Ella llegará hasta dentro de dos horas, tranquila, no te asustes.