2

51.7K 4.7K 4.3K
                                    

__(tn)

— Bienvenido a casa —hablé al verlo entrar.

— Hola, ya llegué.

— ¿En serio? No te veo... ¿Donde estás? —simulé ser una persona ciega.

Este rió.

— Tonta. ¿Que hay para cocinar?

— ¿Y si mejor pedimos una pizza? —sugerí mientras resaltaba unas cosas del libro sin despegar mis ojos de este.

— ¿Pizza?

— Mhm —solté en forma de afirmación.

— No suena mal... Yo no tengo ganas de cocinar y supongo que tú tampoco. Pidamos una pizza —afirmó.

— Genial.

— ¿Necesitas ayuda? —asomó su cabeza por mi hombro, husmeando.

— Por ahora no, estoy haciendo un resumen de este libro que nos entregó la profesora hoy. Gracias igual.

Se encogió de hombros y se retiró.

— Ah, los chicos preguntaron por ti el otro día.

《¿Los chicos? 》

— ¿Qué chicos? ¿De qué hablas? —volteé mi cuerpo viéndolo con mi ceño fruncido.

— Los chicos, ya sabes... —acomodó su cabello—. Los de Karasuno.

— Ah, esos chicos. ¿Que ocurre con ellos? ¿Por qué preguntaron por mí?

— Supongo que como eres mi hermanita quieren conocerte... Son algo entrometidos pero buena gente.

Reí.

— No me molesta. Parecen ser divertidos, ¿Quieres que vaya en los entrenamientos?

Pensó unos segundos y luego aceptó.

— Sí, suena bien... Además podrías ser de ayuda.

— Esta bien. Al fin podré conocerlos correctamente ya que tanto hablas de ellos y siempre estás ocupado.

— Pide la pizza enana, yo me iré a bañar  —revolvió mi cabello.

Los jugadores de voleibol de Karasuno... Tenia cierta intriga hace mucho tiempo de ellos.

Una imagen en concreto apareció en mi cabeza. Era el muchacho de aquella vez, tez blanca y pelo negro azabache mucho más alto que yo, y me resultaba bastante atractivo... ¿Quién era y porqué me llamaba la atención?

(...)

— Oe, Keishin —llamé mientras comíamos la pizza, este me miró —. El chico pelinegro, el alto y que tenía cara de pocos amigos... ¿Como se llama?

— ¿Kageyama?

— Si no sabes tú como se llaman tus jugadores pues yo no lo sabré.

— Idiota —rió corto—. Creo que te refieres a Kageyama Tobio. ¿Qué tiene?

— Nada... Solo me dio curiosidad.

— ¿Curiosidad?

Asentí.

— ¿Que clase de curiosidad hermanita? Eres joven aún...

— Tengo dieciséis años, tonto.

— Tienes cinco años.

— Keishin... —advertí.

— ¡Esta bien!

— Sabes que no te queda bien el papel de hermano protector.

— Dejame intentarlo al menos —se excusó—. Me siento mal a veces, me comparo con otros hermanos y veo que soy el único que no-

— ¿Que me das libertad? ¿No eres sobre protector? ¿Eres un buen hermano que me deja ser libre?

— Exactamente eso.

— Yo estoy muy feliz así, deja las cosas así tonton.

— Mañana vas a verlos, pero si alguno se sobrepasa contigo tú dime.

— No creo que sean de ese tipo de gente.

— No lo son, son muy tontos en ese sentido.

— Entonces no hay de que preocuparse —reí.

— Cállate y come.

— Kageyama... —solté inaudible.

— ¿Qué? —preguntó con la boca llena.

— Puaj, traga eso —hablé asqueada—. Viejo asqueroso.

— ¡Pero si apenas tengo 20!

Reí ante el tono de voz que utilizó.

— ¿Crees que el abuelo hubiera querido a ellos? Digo, hubiera visto un futuro.

— Estoy seguro al 100%. Mañana cuando los veas entrenar quedarás tan impactada como todo el mundo. Estos jugadores tienen pasión y coordinación,  __(tn). Son geniales. Además de que los estoy entrenando yo —agregó esto último con arrogancia.

— Pobres chicos...

— Termina de cenar y ve a descansar, mañana temprano tienes clases.

— Ya sé lo que tengo que hacer, no me lo repitas —furfullé frustrada.

— Como extraño ir al colegio...

— Pues empieza la universidad.

— Dije que extrañaba. No que me gustaría volver —aclaró.

Opté por levantar los hombros desinteresada.

— Fue una sugerencia. En fin, te toca lavar los platos. Adiós  —corrí veloz hacia mi cuarto oyendo los reproches  de mi hermano mayor.

•••
¡hola y adiós!
N

o se olviden de dejar una estrellita o comentario si les agrada para saber que les gusta y apoyan esta obra. Me es de mucha ayuda, ¡Gracias!

La menor || Kageyama y túWhere stories live. Discover now