La menor || Kageyama y tú

19

__(tn)

— Al menos la ropa del equipo aún te queda bien.

Miré a Mía.

— Una diva nunca se ve mal.

Reímos a carcajadas mientras entrabamos al edificio y luego, a la cancha donde estaría nuestro equipo contrario.
Habia mucha gente y de otros lados, esto me hace acordar a cuando Karasuno jugó en las pre... Alto.

— Esto no es un partido para conseguir los puntos, ¿Verdad? —me detuve en seco, mirandolas serias.

Estas se miraron entre sí, nerviosas e incómodas. Lo sabía.

— ¡Me engañaron! ¡Otra vez!

— ¡Lo siento, lo siento! ¡Pero de verdad te necesitamos!

Rode los ojos y me crucé de brazos, viendolas.

— Prometemos que te lo compensaremos.

— Confíe en ustedes, y me engañaron.

— Prometemos regalarte por todo un mes comida.

Elevé una de mis cejas, interesada.

— Que sean dos meses y medio y exijo postre todos los malditos días.

Estas me miraron sin poder creerlo, yo me encogí de hombros y di media vuelta directo a la salida.

— ¡Está bien, está bien! —me detuvo Liz.

— Y que sea la última vez que me engañan —advertí severa. Estas asintieron arrepentidas.

Si bien, habia sido blanda con ellas era porque una parte de mí queria jugar, queria regresar a la cancha.

(...)

— El partido de Daratani vs Aoba Johsai  está por empezar —anunciaron en los altavoces.

Ah, ese es el club de Oikawa.

— Pelearemos contra el club de tu ex novio —codeó Sam.

— ¿Pero que dices? Ni siquiera fue mi novio, solo salimos unas veces. Mi verdadero novio debe estar en la tribuna —dije mientras saliamos a la cancha y al elevar la vista a las tribunas me arrepentí—. Ay madre santa...

— ¿Qué pasa, __(tn)? Oh vaya..
—Dijo Sam.

Dejé escapar un suspiro.

¡La mitad de todo Karasuno se encontraba ahí arriba! ¡¿En que mierda pensaban?! ¡Sin agregar que no paraban de intentar llamar mi atención saludandome y gritando!

Pasé una mano por mi cara mirando al cielo y largando un bufido.

— ¡Oh! ¿Está tu novio? ¿Cuál es?

— ¿El novio de __(tn)? ¿Donde está?

Señalé con la mirada y estas observaron.

— ¿Cual de todos es? —Dijo Liz.

— ¿El de pelo naranja? —habló Mía

— ¿El que está rapado? —Preguntó Anna

— ¿El que tiene un mechón teñido? —hablo ahora, Lia.

— ¿El que tiene el cabello colo-

— Es el azabache —corté—. El que tiene mirada de "No respires y muérete de una vez".

— ¡Oh! —dijeron todas al insinuo.

— ¡__(tn)! ¡Mira quién está! —frunci el ceño y miré en la direccion que me señalaba Lia.

— ¿Que hace aquí?

— Supongo que animar a su club, ¿No? O tal vez quiere conquistar a alguna chica...

— Lo último parece ser digno de Oikawa, sí.

— ¡Oigan! —el entrenador llamó.

Salimos de nuestro trance y trotamos hacia éste.

(...)

— ¡Buen servicio, Lia!

Nuestra formación consistía exactamente igual que cuando yo jugaba.
Liz es la líbero, Sam y Lia defienden la parte trasera, son muy buenas en eso.
Anna es la armadora mientras que Mía y yo, eramos las que remataban con toda la furia hacia el otro lado de la cancha.

Siendo sincera, no se me da muy bien la parte de defender, se me dificulta... Un poco mucho.

El silbato sonó dándole el permiso al saque. El partido, recién estaba por empezar.

Inspiré hondo, tranquilizandome.

— Descuida, solo diviértete —calmó Anna.

— Es sencillo decirlo, Anna. Pero ahora, vamos a ganar esta tonta cosa en donde me metieron —hablé con gracia.

Esta sonrió feliz.

— ¡Sí!

— Si ganamos, yo propongo que Anna y Sam compren la comida —se unió Mía a la conversación.

— Eso me agrada.

— Pues a mi no.

— Esta hecho —terminé la conversación—. Sam y Anna nos compran la comida.

El sonido sordo de la palma de la mano de Lia nos sacó de nuestros pensamientos.

La pelota, habia pasado al otro lado de la cancha.

•••
¡hola y adiós!