Escritos Para Nadie

Yo te protejo

P A R T E . C U A T R O

Nathan abrió la puerta, efectivamente era Fletcher, lucía furioso, además que pudo percibir el olor a alcohol y humo de cigarrillo.

–¿Aquí está Sue?– preguntó sin siquiera saludar

–Aquí está

–Llamala, es tarde

–Apenas son las...– miró su reloj, estaba colgado en la pared detrás de él- 9:35, puede quedarse un poco más

–Es mi novia, llamala

–Sue se quedará unos días conmigo, si no te importa

–Mira imbécil de mierda, llama a Sue antes de que te pateé y entre a la fuerza

–Largate, ¿si? Vuelve cuando estés más sobrio, mejor no vuelvas, no permitiré que mi mejor amiga siga viviendo un infierno contigo, así que, vete o llamaré a la policía

–¡SUE! ¡VEN AQUÍ!- gritó enojado, ella inmediatamente marcó el número

–911, ¿cuál es su emergencia?

–¡Dejame entrar!– exigió Fletcher intentando ingresar, Nathan lo empujó fuera del departamento, él aún más enfurecido atestó contra su rostro, lo empujó hacia dentro haciéndolo caer y allí inmovilizado comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas.

Sue no sabía que hacer, sentía miedo, su mejor amigo estaba allí peleando con aquella bestia, buscó en toda la habitación algo con lo que se pudiera defender, encontró la raqueta de tenis de su amigo, salió cuidadosamente, en ese momento, Nathan estaba sobre Fletcher, golpeando su rostro.

-Nat... Basta– le pidió ella entre sollozos, él se detuvo, dejó a Fletcher allí tirado, sin perderlo de vista se acercó a ella, en ese momento cayó boca abajo frente a su mejor amiga, Fletcher lo había tomado del pie, se subió sobre su espalda, lo tomó del cabello, cuando estaba a punto de golpear su rostro contra el suelo, Sue se armó de valor, le dio un golpe en la cara a Fletcher con la raqueta de tenis– ¡Basta!- gritó enfurecida, en ese momento los oficiales de la policía de Chicago ingresaron al lugar.

Se llevaron a Fletcher y a Nathan en patrullas diferentes, Sue les explicó a una de las oficiales lo que había sucedido.

–La llevaré a la estación, puede interponer una denuncia y pedir una orden de restricción- le indicó la mujer

–Sí... Sí- respondió entre lágrimas, dejándose guiar hasta una tercera patrulla, Sue en ese momento se sintió fuerte, todo gracias a su mejor amigo.

For nobody

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Ese amigo que está tan dispuesto a salvarte de lo que sea que estés viviendo... ♥