Fallin' light [ChanBaek]

Capítulo II: Rough

El joven enfermero estaba comiéndose una fresa mientras adornaba el plato delicadamente, el haber trabajado como asistente de cocina en una cafetería tenía sus ventajas. Sin mucho cuidado terminó derramando un poco de miel en su uniforme, así que rápidamente se dirigió al lavavajilla para limpiarse y seguir en su tarea. Se encontraba en la mitad del lavado cuando escuchó un fuerte golpe viniendo de la parte de arriba y sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia el origen del ruido.

BaekHyun tenía miedo de que algo le hubiese pasado a ChanYeol en su ausencia, las manos le temblaban cuando las dirigió a la perilla de la puerta. El ruido como si de un huracán se tratase proveniente del interior de la habitación le dieron el coraje de girar la perilla y adentrarse sin siquiera consultar por un permiso previo.

Esa escena le paralizó el corazón a BaekHyun dando lugar a una dolorosa sensación. Trató de moverse, pero su cuerpo no respondía y su respiración se cortó. La habitación era un desastre y ChanYeol estaba sentado en medio de esta llorando a mares, gritando, sus manos jalaban su cabello repitiendo constantemente que esto no podía ser verdad y que simplemente se trataba de una pesadilla, reiterándose a base de gritos que despertara.

ChanYeol estaba dolido, se sentía un idiota por creer que algún día iba a recuperar su visión, se había desplazado por la habitación sin cuidado tropezando o chocando con todo, arrojando sus cosas sin cuidado alguno, incluso arrojando su preciada guitarra con fuerza contra la pared. Cuando el chico gritó golpeando con sus puños el suelo de forma repetitiva, BaekHyun despertó de sobresalto y logró mover sus pies.

A medida que BaekHyun avanzaba con cada paso, más fuerte era el dolor que sentía en su pecho, pues jamás pensó ver al chico en esa situación, tan destrozado. Una vez frente a ChanYeol se arrodilló quedando a su altura y comenzó a acariciar su cabeza suavemente tratando de calmarlo, pero parecía ser imposible, pues el alto seguía llorando con fuerza.

—Vete BaekHyun —dijo con la voz entrecortada, pero el aludido no se movió— ¡Vete, maldición!

—No me iré ChanYeol —agradeció que su voz sonara tan firme—, mi deber como enfermero es estar a tu lado.

—No te quiero aquí. —levantó la voz— Quiero estar solo ¿¡qué no entiendes!?

—Ya te dije que no me iré. —respondió mucho más firme que antes, sin ninguna gota de duda y sin separar sus ojos del muchacho frente a él. Cómo quería que lo dejaran solo si esa frustración representada en llanto le decía a BaekHyun que requería compañía — Mi deber es estar con mi paciente, así que no pienso moverme ni un centímetro de aquí.

El enfermero debe admitir que jamás pensó que tenía tanta determinación, esas palabras lo hicieron sentir fuerte consigo mismo y confiado en sus habilidades, no obstante, para ChanYeol fue más un discurso desafiante que cualquier otra cosa. Aquella la circunstancia sacó a flote un actuar violento por su parte que no creyó tener y empujó con mucha fuerza a BaekHyun, quién se mantuvo alerta frente a cualquier otra cosa que pasara.

Le habían explicado a BaekHyun en la universidad que no siempre el paciente va a estar con toda la tranquilidad y la disposición de ser ayudado, pero el profesional de la salud debe ayudar de todas formas, porque es su deber. Se incorporó rápidamente y se dejó llevar por lo que creía que necesitaba su paciente, en este caso ChanYeol necesitaba consuelo, un amigo con el que se pudiera mostrar como el niño dolido, indefenso y confundido sin ser juzgado por nadie.

Tomó aire preparándose para todas las posibilidades y abrazó a ChanYeol. Al principio el más alto se retorció como una lombriz en los brazos de BaekHyun, estaba furioso de que no respetara la exigencia de dejarlo en paz, no quería a nadie y menos el consuelo del enfermero. Sin embargo, los brazos de BaekHyun eran tan cálidos y reconfortantes que se dejó llevar por el momento. Él correspondió el abrazo del enfermero y se permitió llorar sin tapujos en su pecho.