Todo estaba cambiando. Francia planeaba su Revolución. Una noble, un chico del tercer estado y los vestigios de un antiguo régimen que se estaba transformando.
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Los preparativos para Navidad habían comenzado, se celebraría en su castillo y su madre se la pasaba hablando de dicho evento importante, la idea la emocionaba, siempre le había gustado navidad, incluso cuando no fuera una fiesta como tal.
Lyon le había visitado un par de veces desde que fue a buscarle.
Y hoy, Clarisse se encontraba decidida a decirle a su padre respecto a su anhelo de salir del castillo solamente debía esperar el momento adecuado.
Si tenía suerte suficiente, no se encontraría molesto, como últimamente que lo estaba gracias a los rumores que se exparcían como humo por el castillo, Clarisse había escuchado que estában planeando otra revuelta pero a mayor escala, cosa que pone en peligro el festejo navideño ya que si querían atacar, navidad era el momento perfecto donde se encontrarían nobles altos.
La joven estaba junto a sus padres desayunando, su padre hablaba se encontraba de un mejor humor que el día anterior, inclusive reía al lado de su mamá, Clarisse se limitaba a escuchar los chistes que contaba y a comer discretamente.
-He pensado que podemos hacer un viaje a América- habla provocando dos pares de ojos sorprendidos- En cuanto todas las revueltas terminen podemos viajar a algunas colonias francesas en Norteamérica.
Los ojos de Clarisse se iluminaron de pronto, nunca habia salido de Francia e incluso dudaba que conociera su mismo país y ella siempre había querido conocer como era la vida en otro continente.
-Yo si quisiera- habló con rapidez causando una pequeña risa en su padre.
-Trataré de arreglar todo para irnos lo antes posible.
-Es una buena idea- Tabatha agregó.
Clarisse se sentía con alegría por lo que le había dicho su padre, tal vez no se molestaria tanto si lo pidiera, pero las manos le sudaban del solo preguntarselo.
-En cuanto a la Navidad, no detendremos los preparativos. Llamare a más soldados para que vengan a cuidar todo el castillo.
-¿De verdad se necesitan más?- preguntó de pronto Clarisse.
Clarisse sabía que era peligroso, pero tal vez era mucho más de lo que ella podria imaginar. Había trescientos guardias en los lugares más cercanos al castillo, desde la parte interior hasta la parte exterior donde se encontraba el inicio del pueblo gracias al incidente en Ainay-le-Vieil. Así que si pensaba poner más seguridad podría ser mucho más grave. Por lo que optó por no decirle respecto a su idea de salir, también recordaba las palabras de Lyon respecto a "llamar la atención" y decidió mantenerse callada. Tal vez no había sido su mejor idea.
-Se reunirán la mayoría de los marqueses, condes e incluso duques, necesitamos más seguridad por si quieren volver a atacar.
-No levantará más sospechas cuando vean muchos más guardias fuera?- Tabatha cuestionó antes de darle un sorbo a su copa.
