[Contigo hasta el final; Minwoo]

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(Banda sonora en la playlist)

Wooyoung miraba la ventana como tantas otras veces, pero, en esta ocasión, lo hacía con una sonrisa impaciente. Las enfermeras lo habían notado. Desde la llegada de aquel chico al hospital, el joven había dejado de estar casi siempre alicaído y había comenzado a comer con normalidad. Era por eso que le concedían algunos privilegios como había sido en el caso de llevar al enfermo al festival de su instituto. Porque necesitaban que Wooyoung comiera y estuviera feliz para que su recuperación fuera más sencilla.

Alguien le había llevado el desayuno pero no lo había tocado todavía, quería esperar a que él llegara. Y no tardó en hacerlo. Una cabeza sonriente se asomó por el otro lado de la cortina. El menor rió al verlo así.

- He traído... - un brazo con dos caratulas asomó por la cortina esta vez - películas - finalizó comenzando a caminar hacia él y dejando de estar tras la tela - Las enfermeras me han dicho que las teles estas admiten discos y he pensado en ver juntos algo. Como no sé que tipo de películas te gusta, he traído todo lo que tenía en casa - alzó el otro brazo en el que tenía una bolsa bastante llena.

- ¿Has venido cargando con todo eso?

- Ajá.

- ¿Y tu herida?

- Tranquilo, he venido en coche y he subido por el ascensor, no he hecho tanto esfuerzo y está bien - se sentó en la silla al lado de la cama. Luego, señaló la bandeja con comida de Wooyoung - ¿No has desayunado aún?

- Te estaba esperando. Sabes que no voy a poder con todo.

- Vale pero me vas a comer la mayoría tú. Solo son un par de tostadas con mermelada y leche.

- Y un yogurt, y un zumo. Es mucho.

- Tampoco es tanto.

- Está bien - rodeó los ojos y comenzó a comer lentamente.

Después de aquello, cuando una enfermera se llevó la bandeja, el menor le hizo espacio al contrario en la cama para tumbarse juntos a ver algo. Se apoyó en su pecho con cuidado tras haber escogido la película que verían. Era una comedia romántica que ya se había visto miles de veces, pero que no se cansaría nunca de ella y, por suerte, Mingi la tenía entre todos sus discos.

El mayor pasó la mayoría del día viendo películas con Wooyoung y al día siguiente tampoco faltó  por la mañana para hacer alguna otra cosa nueva con él. 

- Oye, no tienes porque venir todos lo días todo el día a verme ¿sabes? - le dijo el menor mientras la enfermera se llevaba los restos de su desayuno - Tienes amigos y tu vida. No tienes que gastar todo en mí.

- ¿Es qué no quieres verme? - le preguntó el contrario haciendo pucheros exagerados.

- No es eso - se quejó - Claro que quiero verte. A cada instante. Pero no puedo robar todo tú tiempo, ¿qué van a decir tus amigos?

- Tiene razón - una tercera voz los sorprendió. San les miró con una sonrisa mientras se acercaba a ellos - He traído una bolsa de chocolatinas y bombones, Wooyoung. De los que más te gustan.

- ¡Oh! Muchas gracias.

- No es nada. ¿Aún sigues sin compañero de cuarto nuevo?

- Mejor así. No hay que preocuparse por guardar silencio.

- Verdad.

- ¿Queréis que os deje solos? - intervino entonces Mingi - Puedo esperar afuera y creo que me dijiste en la fiesta que teníais cosas que hablar, ¿no Woo?

- Sí, quería hablar con él a solas pero no encontré la oportunidad.

- ¿Conmigo? - San se señaló a sí mismo y el menor asintió. Mingi se despidió diciendo que esperaría fuera y el otro visitante se sentó en la silla en su lugar. Miró al enfermo curioso por lo que tenía que decirle.

My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora