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Pregnancy through Birth

Ni Dahyun, ni Yuna pudieron decir cuándo notaron por primera vez que la barriga de Sana comenzaba a aparecer. Cuando estás constantemente cerca de alguien, es difícil notar cambios sutiles. Pero ambas recuerdan la primera vez que extendieron la mano y sintieron la oleada de vida dentro de ella. Dahyun había sido abrumada por la emoción, parpadeando para contener las lágrimas e incapaz de hablar, eligiendo solo sonreír. Yuna había estado con los ojos muy abiertos con incredulidad, pero igualmente extasiada.

Y de alguna manera, tanto conocida como desconocida, se comenzó a notar más y más. Hasta que agacharse se volvió difícil, luego ponerse en cuclillas, luego simplemente no molestarse en absoluto e intentarlo. Yuna se apresuró a ayudar en ese sentido, y se puso en acción en el momento en que escuchó un ruido y una maldición en japonés, y se lanzó a recoger el objeto antes de que Sana pudiera siquiera considerar doblar las rodillas. Dahyun la ayudaba para acomodarse en sillas, sofás y camas y luego comenzaba a frotarle los pies porque Sana ya no podía verlos.

Se turnaban para correr a la medianoche. La mayoría de las veces, Yuna todavía estaba despierta, jugando, y a menudo era más fácil para ella correr rápidamente a la tienda por carne seca y jugo de pepino. Otras veces, Dahyun quería hacer el esfuerzo, y tropezaba, con los ojos entrecerrados, por la puerta de Market Roul y Mountain Dew. Aunque a veces es molesto, ninguna lo habría cambiado por nada del mundo. Especialmente cuando pensaban en su hija o hermana, la forma en que Sana brillaba mientras se abría paso a través del milagro de la creación.

Cuando se rompió la fuente, la experiencia y los conocimientos de Sana con sus cursos de primeros auxilios ganaron a la mayoría de los nervios, pero no todos. Aunque Sana era todo sonrisas y deleite mientras la acompañaban al auto, Dahyun parecía no poder calmar su corazón, ni Yuna sus manos. Un nacimiento relativamente rápido se sintió como años. Dahyun recuerda haber tomado la mano de Sana, dejando un beso en su frente, la determinación en sus ojos y el horrible sonido de su esposa en el dolor. Pero también recuerda la primera vez que escuchó hablar a su bebé. Un ruidito, más bien, resonando en una sala de sonrisas. Las lágrimas en los ojos de Sana que reflejaban las suyas, la sensación de una vida, tan frágil, tan amada, sostenida en sus brazos.

Yuna recuerda haber entrado después, ver sus sonrisas, ver a la recién nacida y brotar con más orgullo de lo que nunca hubiera pensado. Ella recuerda haber pensado en ser un buen modelo para seguir, una protectora, una confidente, haciendo promesas y sellándolas con pequeños besos en las manitas regordetas. Ella recuerda que Sana y Dahyun las rodearon, cuán pequeña era la bebé en sus brazos.

Sana recuerda sobre todo el amor que había en esa habitación ese día. Una que nunca cesó, sino que creció y creció.