55.

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Matthew.

Varias horas luego de observar dormir a Peyton, bajé a prepararle algo de comer. Se que cuando se despierte tendrá hambre y estará confundida. Luego entenderá.

Abro la puerta de la habitación con la bandeja de comida en mis manos.

Para mi sorpresa Peyton abre los ojos justo cuando entro por completo al cuarto cerrando la puerta detrás de mí, sin hacer ruido alguno.

Sus ojos van divagando a todos los rincones del cuarto, buscando o intentando decifrar donde se encuentra.

Lentamente dirige sus ojos hacia mi. Al observarme después de un largo rato se estruja los ojos con las manos negando con la cabeza.

Tal vez piense que esto es un sueño.

Vuelve su mirada a mi otra vez viéndome raro.

-¿Donde estoy?- es lo único que pregunta con un hilo de voz, sus ojos inmediatamente se llenan de lágrimas, las cuales no deja que se derramen.

Me acerco lentamente a la cama depositando la bandeja en esta. Por instinto Peyton se aleja de mi, bajándose de la cama, sosteniendose por unos segundos sobre la mesita de noche.

Creo que se mareó.

-Es una pesadilla- susurra derramando las lágrimas retenidas.

-Bien- me siento en la cama cruzandome de brazos- Espero despiertes pronto de tu pesadilla.

Abre sus ojos tanto como puede.

Estoy a punto de reírme por la cara que pone.

-Ven, acércate. No te haré daño- extiendo mis manos hacía ella haciéndola retroceder más, hasta chocar su espalda contra la pared.

-Aléjate- exclama haciéndome reír sonoramente- ¿Donde estoy?

-En casa- respondo mientras subo y bajo mis hombros restandole importancia.

-¿Y mis hermanos?

Ruedo los ojos para luego responderle: -En casa.

Sus ojos recorren otra vez la habitación, observando cada rincón, buscando algo familiar.

-Esta no es mi casa- susurra.

Sus ojos se dirigen a la mesita de noche que está al lado de ella. Observa atónita las fotos que están encima de este.

Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas mientras sostiene en sus manos un portaretratos con una foto de ella sonriendo a la nada.

-Quiero irme - su respiración comienza a agitarse.

-Quiero irme a mi casa.

Chasqueo los dedos captando su atención completo.

-Estás en casa, ya te lo dije- me levanto de la cama para acercarme a ella, pero esta corre hacia la puerta.

-Ya basta, deja de hacer berrinches y ven aquí- sentencio con voz dura haciéndola temblar.

Lanza el portaretratos de entre sus manos a mis pies haciendo que yo retroceda unos pasos.

Aprovecha eso y abre la puerta de la habitación para salir corriendo con la cara empapada de lágrimas.

Voten y comenten.

Innocence [✔]Where stories live. Discover now