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Seis años atrás...

¡No me puedo creer lo que estoy viendo con mis propios ojos! ¡Ahora sí que estoy jodida! ¡Y justo cuando le iba a poner fin a todo esto!

No puedo dejar de sostener con manos temblorosas las cuatro pruebas de embarazo, estoy hecha un desastre con todo el maquillaje arruinado en mi rostro gracias a mis lágrimas. No sé por qué no me las hice al regresar del trabajo sino precisamente antes de ir, ahora voy tarde por primer vez en siete meses que no he tenido falta alguna y no sé qué excusa inventar pues me conoce tan bien que si lo llamo llegará hasta acá y si le escribo no dudará en llamar, simplemente estoy jodida.

Pero lo importante aquí saber es ¿Cómo logré embarazarme?, según mi doctor es casi imposible por el problema hormonal que tengo. Aparte de que de igual manera tomo las pastillas para que me pueda venir el período y no he fallado ninguna, ¡Simplemente no entiendo! ¿Qué fue lo que pasó?

No dejo de caminar por mi apartamento con las cuatro pruebas en la mano pensando en qué hacer. Observo el reloj y confirmo que desde hace diez minutos debería estar sentada en mi escritorio esperando que Donatello me avise que puedo pasar a su oficina y recordarle lo agendado para hoy. Y hablando de él, ya me está llamando y no puedo demorarme en atenderlo.

-Se me presentó un imprevisto, voy a tomar un taxi para allá en diez minutos- le respondo atropelladamente.

-Por tu período no es porque aún falta una semana, por un resfriado tampoco porque ya me hubieras notificado de que irías al doctor antes de comenzar la jornada, la visita sorpresa de algún familiar no es porque no viven en este país y ya me hubieras notificado con tiempo de que algo así pasaría el día de hoy, algún inconveniente con algún vecino no creo porque no tratas a ninguno, así que se me acaban las opciones para saber el por qué estás llegando tarde.- se escuchaba al principio relajado pero con el pasar de los segundos su voz cambia, y es ahí donde vuelvo a llegar a la conclusión de que esto debe acabar porque sé que va a decir un comentario que no me va a gustar para nada. -¿O es que acaso ese "imprevisto" tiene que ver con un hombre?- pregunta muy serio y puedo jurar que está apretando los puños y si no usara manos libres, su celular estaría siendo apretado muy fuerte.

Ha vuelto a cometer el mismo error. Yo no voy a seguir en esto, con toda la calma que me queda espero unos segundos para contestar.

-Ya voy a terminar aquí y bajo a tomar un taxi. Nos vemos allá- le cuelgo y apago en seguida el celular porque no tengo el coraje de enfrentarlo nuevamente. Guardo las cuatro pruebas en el bolso, me desmaquillo y esta vez aplico un maquillaje sencillo que me permita ocultar lo más que pueda todo lo que lloré, arreglo mi vestido azul marino tres cuartos de corte barco y me calzo mis tacones negros de tacón grueso y cómodo para salir de una vez y enfrentar lo que se viene lo mejor que pueda.

Mientras espero el ascensor, me voy realizando una cola de caballo lo más estética posible y como siempre doy gracias al universo de que cuando se abren las puertas no hay nadie porque bajar diez pisos teniendo que fingir una sonrisa por amabilidad con personas que no son allegados a mí, me es imposible. Agradecida nuevamente con el universo porque al salir a ubicar un taxi vacío a esta hora es como pedirle a una vaca que en vez de leche dé merengada de fresa, pero sí, encuentro uno vacío después de desocuparlo una señora con sus compras lo ocupo y le doy la dirección del edificio donde trabajo y le pido por favor que vaya lo más deprisa posible. 

Quince minutos después llegamos al edificio y salgo andando lo más rápido que puedo para así evitar que Donatello haya bajado a esperarme en la entrada del mismo, porque sí, no sería la primer vez que lo hace pues últimamente es una costumbre que no me hace sentir cómoda para nada y mucho menos que empiece a observar en qué medio de transporte he llegado. Voy caminando tan rápido como puedo sin prestarle atención a nada que no me fijo que me toman por el brazo de una manera firme pero sin levantar sospechas a las personas que nos rodean. Sé que es él pues esa electricidad tan ya conocida lo que causa es que pierda por completo el verdadero color de mi piel en vez de hacerme sentir agradablemente suya.

Siempre Serás Tú.Where stories live. Discover now