CAPÍTULO 2 : CON LAS MANOS EN LA MASA

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Aquel finde había sido maravilloso para ambos, Hinata sabía que estaba traicionado a sus amigas al romper ese pacto que ellas habían hecho. No tocar nunca a Sasuke Uchiha, ya que el chico había sido la manzana de la discordia. Claro que para ella el Uchiha antes no había significado nada ya que se sentía enamorada de Naruto, pero igual había prometido junto a sus otras dos amigas nunca salir ni coquetear con pelinegro, estaba totalmente prohibido.

Pero contra todo pronóstico el Uchiha se había acabado enamorando de la dulce y tímida Hyuga y aunque al principio la peliazul había sido reacia a aceptar los sentimientos del azabache se había acabado rindiendo a sus encantados y también se había enamorado de él. Pero por miedo a que sus amigas se enfadasen con ella le había implorado al morocho que mantuvieran su relación en secreto cosa que él había acabado aceptando.

—Gracias Sasuke, ha sido maravilloso—dijo Hinata algo sonrojada mientras jugaba con sus dedos.

Esa era una de las cosas que él adoraba de ella, esa aura de inocencia que la peliazul irradiaba de alguna manera despertaba todos los instintos del chico y aunque en la cama la manchara una y otra vez la chica seguía desprendiendo esa aura virginal que tanto lo enloquecía.

—No fue para tanto—dijo Sasuke mientras mantenía la vista en la carretera intentando no mirar a su novia, porque en cualquier momento saltaría sobre ella y mientras conducía eso podía ser bastante peligroso.

Al poco tiempo llegaron y cada quien emprendió su camino a su respectivo apartamento para no levantar ninguna sospecha. Además, en la tarde habían quedado en el piso de las chicas para luego ir al cine a ver unas películas.

Cuando el Uchiha subió a su apartamento encontró a Naruto hablando por teléfono, así que entró sigilosamente, pero justo el chico cortó.

—Hola teme, te han llamado del hotel donde te hospedaste—dijo el rubio como esperando que Sasuke dijera algo, pero al ver que el chico seguía callado decidió continuar. —Dijeron que te dejaste un rizador de pestañas—dijo el ojiazul burlón dejando frio al Uchiha.

—Sí, es mío—contestó el pelinegro sin dudar mientras Naruto lo miraba interrogante sin entender muy bien lo que acababa de decir.

—Yo creí que te enrollaste con una tía y ella se lo dejó—dijo Naruto haciendo que Sasuke maldijera internamente por no haber podido pensar en una excusa como esa, aquello era mucho más razonable a la tontería que él había dicho, pero ya no podía dar marcha atrás.

—Pues no, es mío—dijo el Uchiha logrando extrañar más al rubio.

—Sasuke solo te lo voy a preguntar una vez y no importa lo que me digas, te voy a creer, así que puedes ser sincero—dijo el rubio serio extrañando al Uchiha ya que pocas veces lo llamaba por su nombre. —Teme, ¿eres gay? —le preguntó sorprendiéndolo por completo y haciéndolo enrabiar.

—¿Que? ¡No! —dijo muy indignado haciendo que Naruto entrecerrara los ojos y luego riera fuertemente.

—Teme no pasa nada porque tengas alguna noche loca con alguna chica, aunque debo decir que me sorprendió, parece que incluso un asexual como tú se siente interesado por las mujeres—dijo el rubio para luego irse a su habitación mientras dejaba a un Sasuke molesto por las bromas del Uzumaki.

Después de unas horas todo el grupo estaba sentado en los sofás de las chicas, el único que no estaba allí era Neji, que seguía buscando un piso cerca ya que lo habían contratado en la sede central de las empresas Otsutsuki y esta quedaba bastante lejos desde su actual departamento.

—¿Os vais a demorar mucho? —preguntó el Inuzuka a la Haruno mientras miraba el reloj.

—Solo dennos 10 minutos—dijo Sakura.

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