1

1.7K 70 123
                                    

El hueón aún seguía mirándome con una sonrisa en la cara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El hueón aún seguía mirándome con una sonrisa en la cara. Elevé una ceja y me quité los lentes de sol para encararlo y también para mirar un poco más su cara...

—¿Y qué tanto me miras?—pregunté.

—¿Y qué onda esta?—me miró mal.

—Sabi que tengo nombre, no me llamo esta—rodó los ojos.

—Bueno, tampoco me interesa saber como te llamas—se encogió de hombros, recogió la pelota del piso y se dio vuelta para irse—Oye hermano, llama a los cabros y vamos por una pichanga.

El Jeans como buen perro fiel, tomó el teléfono y se retiró junto a ellos. Al fin la paz, pensé, pero me equivoqué ya que la Cata tenía pura cara de estar enojada.

—Llevo tres años siendo tú amiga y jamás me dijiste que tú hermano es Erick Pulgar—reclamó.

—Imagínate yo, siete años siendo amigas y recién ahora me vengo a enterar que eres hermano de un seleccionado nacional—reclamé yo ahora.

—Perdón, pensé en decirles antes pero supongo que se acuerdan de la Sofía—soltó un suspiro. Asentí con la cabeza—Ya, con esa mina éramos súper amigas pero era para puro acercarse al Erick y me da miedo po, no quería que ustedes sean mis amigas solo para estar cerca del Erick.

Hice un puchero y apoyé mi cabeza en su hombro. A Erick Pulgar todos lo conocíamos aquí en Antofagasta, lo había visto un par de veces a lo lejos, pero jamás me imaginé que era hermano de la Sherry.

—Por eso no quiero que se acerquen a mi hermano.

—Si mi hermano fuera así de rico yo tendría la misma regla—habló la Cata, la Sherry la miró mal y yo solté una carcajada, todo en el mismo orden.

—Sabes que jamás me fijaría en alguien de tu familia, aparte sabes que estoy pololeando—dije.

Pues si, yo no era capaz de engañar a mi pololo. Llevábamos dos años conociéndonos y uno pololeando, lo había conocido cuando acompañé a la Sherry a ver un partido del Jeans por el club deportivo Miramar, el Esteban amaba jugar fútbol pero nunca quedó en un equipo profesional debido a que era bajito. Él era bacan conmigo, era un buen tipo, estudioso, su familia me quería caleta y la mía a él.

Estuve nadando un rato más en la piscina y me quedé abajo algunos segundos pensando en la reacción que había tenido cuando vi al hermano de mi mejor amiga, era cuatico porque no sabía que era, lo único que tenía claro era que jamás me había pasado algo parecido. Salí para respirar y vi a la Cata con mi teléfono.

—Isa, el Esteban dijo que no podía pasar a tu casa porque iba a ir a jugar a la pelota.

—Ya, no creo que después en la noche quiera que vaya a su casa porque va a terminar cansado, entonces, ¿dónde nos vamos?

Rules || Erick Pulgar.Where stories live. Discover now