Reconciliación

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Los días pasaban, Alemania no había visto la luz del sol hace ya mucho tiempo, estaban tan concentrado en conseguir alguna respuesta, pero no lo lograba, no podía ni siquiera acceder a información americana, como si le hubieran hackeado

Se lo hubiera pedido a Japón, pero ella no quiere saber si siquiera sigue vivo, lamentaba profundamente ese día donde no hizo nada para que se quedara

¡A la mierda!

Tomó su celular y marcó el número de la nipona, sabía que se iba a arrepentir, pero la información es más importante

—Hola, habla Japón

—Hola... Japón

—disculpe ¿quién es? —aunque parece fingido, en realidad no sabía quién era

—Japón... soy yo... Alemania —un silencio se hizo presente en la línea, sabía lo vergonzoso que iba a ser esto— necesito tu ayuda

—Alemania... —se notaba el estado de shock que tenía a pesar de no estar frente a frente

—el mismo

—no conozco a nadie con ese nombre

—por favor, no finjas que no me conoces, quiero aclararte ciertas cosas, y dirás "después de años" y yo diré sí, necesito hablar contigo, te necesito

—yo...

—se lo que tal vez piensas, pero por favor, necesito de tu ayuda de urgencia

—no lo sé, no me convence

— ¡por favor! Quiero decirte todo, y la razón de mi comportamiento, soy capaz de humillarme si tan solo... pudiera hablar contigo

—está bien, iré a Europa, pero me tendrás que decir todo —a pesar de su tono serio esto lo emociono en grande

— ¡Gracias Japón, muchas gracias!

Tres días después

Estaba listo todo, aunque solo era la japonesa tenía toda la casa arreglada, escucho el timbre alarmándolo de inmediato, trato de verse lo más prudente posible y abrió

—Hola Japó... —antes se terminar, la nombrada entró de inmediato sin verlo

—suéltalo todo ahora... —su cara reflejaba claramente tristeza, aun que sabía que era su culpa quería enmendar sus errores

—está bien, pero primero —se sentó a su lado abrazándola por los hombros, esto en cierto punto la incomodo— quiero decirte que para mí eres una de las personas más importantes y la única que puedo tener a mi lado y abrazar

—Ale, yo... —no sabía cómo reaccionar, admitía que extrañaba el poco afecto del alemán, pero no olvidaba lo que le dijo

—Japón, sé que no me perdonaras, pero aun eres mi mejor amiga y la única que tengo —sintió unas manos sobre su torso, como si le estuviera correspondiendo el abrazo

—me duele Ale, yo... te extrañe —lo abrazó por completo dando ligeros sollozos, se quedaron así por varios minutos— bien ¿en que querías que te ayude?

—primero... quiero contarte una historia que no tiene un final feliz —juntó sus manos buscando las palabras correctas para narrar sin romperse

Después de contar todo lo ocurrido con el país sudamericano, la cara de Japón era una mezcla de sorpresa, angustia y pena

—él...

—sí, él falleció —dijo cabizbajo siendo inmediatamente abrazado por la asiática— no pude hacer nada, lo veía morir en mis brazos

—pero... hay algo que no cuadra, dijiste que escuchaste respiración, y al momento de llegar falleciera así de la nada, a mi parecer eso es extraño

—para mí también lo es... pero hablamos de las dos organizaciones, ¿crees que son capaces de mentirme?

—mmm... no me lo tomes a mal, pero por ser hijo de Third Reich son capaces de todo

—Agh, ¡maldita sea! —odiaba, odiaba que lo culparan por acciones de su padre, era tan molesto

—Lo sé... a mí me hicieron lo mismo —dijo con recelo, no le gustaba hablar de eso

— ¿Qué? ¿Qué fue lo que te hicieron? —no quería escuchar eso, miles de ideas pasaron por su mente, les habían dicho que no se meterían más con ellos

—no sé... sí deba decirlo

—por favor, dímelo, juro que matare a quien te haya hecho algo

—te lo diré, pero no harás nada ¿Bien? —tal vez era bueno desahogarse

—está bien, solo porque tú me lo pides

—Bien, esto ocurrió hace años, Estados Unidos me odiaba y sabía que era por mi padre, un día después de una reunión se portó gentil, algo que me extraño, me invito un café y después... desperté en un cuarto oscuro, estaba atada y el mirándome de una manera que me hacía sentir indefensa, y después... —tal vez se quedaría con la intriga, pero no quería que continuara, no sabía que ocurrió pero al parecer la dejo marcada

—no sigas, si no te sientes lista no sigas, entenderé

—está bien, ahora prosigamos, me dijiste que no puedes acceder a la información de toda américa

—Exacto

—Eso es raro, normalmente toda la información de todos es visible, exceptuando ciertas cosas, pero que te nieguen de todo un continente

—tal vez fue por lo que te conté...

—Es la razón que más tiene probabilidad, buscar desde aquí sera inútil, si quieres puedes venir a Asía y comprobamos

—Bien...

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