capítulo 2.

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Los pensamientos de Daniel lo volverían loco en cualquier momento. El chico se encontraba sacando conclusiones de quién podría ser el padre del bebé que estaba esperando su esposa, ya que según el, él no podría ser el padre.

¿Nicholas?
No por supuesto que él no podría ser, Sofía apenas le dirigía la palabra, tenían el mismo círculo de amistad pero hasta ahí nada más.

¿George?
Claro que no, él no se metería con la esposa y madre de sus hijos, el británico podría ser de todo pero menos un traicionero.

¿Michael?
¿Su amigo desde los 11 años habría sido capaz de meterse con Sofía? El era una de las personas que más convivía con ellos, estaba en su casa casi siempre y cuando viajaban estaban juntos. ¿Podría ser él quien embarazó a su esposa?

¿Sainz?
Por su puesto que no, si bien su esposa tenía una buena relación con él pero era gracias a Lando, porque ese par seguían siendo mejores amigos.

¿Pierre?
Si bien el francés era muy cercano a Sofía, eran una especie de mejores amigos y siempre que podían estaban juntos, se contaban absolutamente todo. Podría ser una opción pero no consideraba que fuera tan descarado para estar con su esposa y menos al ser el padrino de Julian.

Aunque si se ponía a pensarlo, los mellizos tenían varios rasgos del francés, ojos grises y cabello rubio.

¿Eso significaba que sus hijos realmente no eran sus hijos sino que eran del mejor amigo de su esposa?

¿Lando?
Daniel tenía sus dudas respecto a Norris, era otro de los mejores amigos de Sofía pero también uno de sus mejores amigos. Si, eran inseparables y así como Michael, estaban juntos casi todo el tiempo por cosas de trabajo, aparte que Sofía y Lando tenían la misma edad y tenían gustos muy similares.

Lando podía ser muy tonto, pero no para meterse con Sofía y menos meterse en problemas con Daniel.

Después de que el australiano evaluara todas las opciones, llegó a la conclusión de que podría ser Pierre o Lando, ¿quién más podría ser?

¿Ocon? Jajajaja por su puesto que no.

A Daniel le dolía demasiado el tan solo pensar que su esposa lo estaba engañando con alguien más.

Una parte de él quería pedirle que abortara, otra quería pedirle una prueba de ADN, tanto de los mellizos como de quien venía en camino, tenía ganas de romper todo, de llorar, de pedirle el divorcio, se encontraba tan frustrado en ese momento.

Simplemente aquello no debía estar sucediendo, por su puesto quería tener más pequeños pero no lo tenían en planes, no era el mejor momento para que un ser más llegara a sus vidas.

Sofía trataba de estar tranquila y serena, evitaría pelear con Daniel pero los nervios y sus pensamientos la consumían.

No comprendía el por qué la reacción de su esposo y más aquellas palabras que le resonaban tanto en la cabeza.

¿Es mío?

Sof estaba muy frustrada por aquello, quería golpear a Daniel porque desconfiaba de ella, dudaba de que fuera suyo y aún peor, creía que lo engañaba con alguien.

Quería gritarle mil cosas a Daniel pero se contenía porque no quería armar una escena frente a sus hijos.

Los mellizos se encontraban tomando una siesta y Sofía tomó el valor para hablar con Daniel.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Sofía acercándose a su esposo.

—¿Vamos? —Daniel apenas pudo mirarla a los ojos—. Discúlpame Sofía pero ese es problema tuyo, yo estoy completamente seguro que no es mío.

—Eres un idiota —dijo la chica con un nudo en la garganta.

—Por su puesto que soy un idiota, al creer que me amas pero seguramente cada que tienes oportunidad vas y te acuestas con quien te embarazó —soltó Daniel y Sofía lo miró incrédula—. Es más, ¿Julian y Jannik son mis hijos? Porque sabes, se parecen muchísimo a Pierre. Tal vez es él con quien me engañas. O puede que sea Lando, muy amigos ¿no?. Quien sabe qué cosas hacen cuando no estoy con ustedes.

Sofía se quedó callada, no quería comenzar una discusión.

—Ni siquiera tienes el valor para responderme porque sabes que es verdad —Daniel se puso de pie—. Si quieres que esto siga, si quieres seguir estando conmigo lo mejor será que abortes, yo no pienso cuidar de un bastardo.

A Sofía le dolieron todas las cosas que le estaba diciendo su esposo, y por reacción le dio una cachetada.

Daniel solamente se sobó la mejilla y la tomó de las manos bruscamente. —No te atrevas a volver a hacerlo, Sofía o te irá mal. Ahora desaparece de mi vista.

—¡A mi no me vas a amenazar, Ricciardo —Sofía trato de hablar lo más segura posible, aunque en el fondo tenía miedo de que Daniel le pudiera hacer algo—. Y si crees que te engaño, adelante, te firmo el divorcio ahora mismo, me voy de tu casa con mis hijos y te olvidas de que existimos.

—¿Y a donde te irás? —preguntó Daniel, enojado—. Mejor ni pregunto, seguramente te irás con Gasly. Adelante, vete si así lo quieres.

—No te interesa lo que yo haga o deje de hacer con mi vida, si tú no quieres saber de mi —Sofía se soltó del agarre y quedó con una marca.

Daniel empezó a gritar muchas cosas pero la chica lo ignoró y subió a la habitación se sus hijos, rogaba porque no se hubieran despertado por los gritos.

El australiano estaba muy frustrado y se sentía mal, no quería tratarla así pero no podía controlarse. Sabía que tenía que calmarse sino todo acabaría fatal.

back to you » daniel ricciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora