capítulo 9.

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Sofía había conseguido una casa cerca de la de Daniel, ya tenía todo preparado para mudarse.

Explicarle a los mellizos lo que estaba sucediendo no fue nada fácil, Daniel pasó mucho tiempo pensando en las palabras que utilizaría para contarles la situación, afortunadamente sus hijos eran tan inteligentes que lograron comprenderlo, con solo 3 añitos esos pequeños entendían muchas cosas, Dan admiraba la fortaleza que Jannik y Julian tenían, no era para menos. Aquello lo habían sacado de su mamá.

Sofia se encontraba ya de seis meses y medio, dentro de poco necesitaría ayuda y no podría viajar, su niñera se mudaría de tiempo completo con ella y los niños.

Las vacaciones comenzaban eso significaba que Daniel estaría con los mellizos todo el tiempo que quisiera, Sofía no había puesto ninguna condición para que Dan pudiera estar con ellos. Grace se encontraba en Londres y disfrutaría de sus nietos ya que a mitad de mes viajarían con Sofía, Charles, Anne y los trillizos a México, donde pasarían Navidad y Año Nuevo con la familia de las gemelas.

Sofía había llegado a un acuerdo con Daniel, se llevaría a los mellizos con ella para pasar las fiestas y volverían a inicios de año a Inglaterra. Daniel viajaría a Perth con su familia y apenas sus hijos llegarán, el también regresaría a Londres para disfrutarlos antes de las pruebas y regresar al trabajo.


—Sof —Daniel miró a su esposa—. No te vayas, por favor.

—No puedo quedarme Daniel, ya tomé mi decisión y es lo mejor para ambos —Sofía acaricio la mejilla de Dan.

—No se si voy a poder seguir —Dan agachó la mirada—. La casa sin ustedes se va a sentir tan vacía.

—Dan, por favor —Sof lo tomó de la barbilla—. Estaremos a menos de cinco minutos, puedes venir a casa cuando quieras y también estar con los niños el tiempo que desees.

Daniel sonrió a medias, en el fondo de su corazón creía que podría convencer a Sofía de no irse pero no insistiría.

Grace salió de la cocina con unos toppers llenos de comida.

—Ten hija, les preparé algunas comidas para ti y los niños —Grace se los entregó a Sofía.

—Mam... —Sofía le regaló una sonrisa a su suegra—, perdón, señora Grace, no tenía porque molestarse, Jannik, Julian y yo estaremos bien.

—No me digas señora, Sofi —la mamá de Daniel miró a su hijo que estaba callado—. No es ninguna molestia, sabes que amo consentir a mis pequeños y es lo menos que puedo hacer por ustedes. Hija si necesitas algo a cualquier hora no dudes en llamarme, estoy para lo que me necesites.

—Mis hijos son tan afortunados de tenerle, al igual que Dani —la chica a cómo pudo abrazó a mamá Grace.

—Tu también me tienes —Grace correspondió al abrazo—. Vamos Sofi, siempre seremos familia y yo soy la más feliz de poder ayudarte aunque sea un poquito. Te quiero mucho hija.

—Gracias por todo —Sof agradeció a su suegra—. Yo también la quiero.

Daniel ayudó a subir unas últimas cosas a la camioneta de Sofía, había decidido que su mamá y el, irían con Sof a la nueva casa, Dan ayudaría a desempacar y Grace pasaría tiempo con sus nietos. Sofía no quería causarles ninguna molesta a los Ricciardo pero ellos insistieron en acompañarla.



—¡Papá Joe! —Jannik y Julian corrieron a abrazar a su abuelo que acababa de llegar a Londres.

—¡Viniste a visitarnos! —Jannik extendió sus bracitos para que su abuelito lo cargara.

—¡Tienes que ver nuestra nueva habitación! —Ju tomó la mano de Joe y lo jaló para mostrarle su nuevo cuarto.

—Papá y mamá nos ayudaron a decorar y mamá Grace nos preparó una deliciosa lasagna —Jannik abrazó a su abuelo—. ¡Es la mejor lasagna del mundo entero!

Joe apenas pudo saludar a su esposa, a su hijo y a Sofía, ya que los mellizos querían mostrarle su nueva casa, estaban demasiado emocionados.

—¡Y PAPÁ COMPRÓ FIGURAS DE DINOSAURIOS! —gritó Julian feliz.

—¡Wow! —Joe miró a sus nietos—. ¡Eso es fantástico!

—Papá Joe, deberías quedarte a dormir con nosotros —Jannik sonrió—. ¡Nuestra nueva casa es increíble! ¡Y lo mejor es que papi vive a a cuatro casas de aquí!

—¡TENEMOS UNA ALBERCA! —Julian empezó a caminar por la habitación—. ¡Vamos abuelito!

—Venga chicos, vamos —Joe tomó feliz de la mano a los mellizos—. Muéstrenme el resto de la casa.

Jannik y Julian le dieron un recorrido a su abuelito por toda la casa, luego de una hora volvieron a donde estaban sus padres y mamá Grace. Los mellizos pidieron permiso a su mamá para que tanto su papá como sus abuelitos se quedaran con ellos, Sofía aceptó sin problemas, ademas no les quitaría la ilusión a sus pequeños de estar con su familia.

Dan y Sofía estuvieron platicando por bastante rato hasta que Julian y Jannik los llamaron para ver una película en el living, los mellizos se sentaron junto a sus abuelitos y el único espacio que quedaba era un mueble para dos personas que tendrían que compartir Daniel y Sofía.

Daniel llamó a Sofi para que se sentara junto a él, la chica aceptó no muy convencida pero no le quedaba otra opción.

—Sof —Dan susurró nervioso—. ¿Puedo abrazarte?

Sofía asintió.

Daniel abrazó a Sofía y ella se acomodó en su pecho, estaban en silencio mirando la película hasta que uno de los mellizos se dio cuenta de lo que sucedía.

—¡JULES! —Jannik gritó llamando la atención de su hermano—. ¡PAPI Y MAMI SE ESTÁN ABRAZANDO!

Julian emocionado corrió a sentarse junto a ellos y Jannik imitó su acción, Dan empezó a hacerle cosquillas a sus hijos hasta que aquella noche de películas terminó en una guerra de almohadas.

back to you » daniel ricciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora