Despertó con el color del sol encima, le cubria todo el dorso, la noche la otra mitad, se sintió de a completo, sabía que estaba vivo.
Le faltaba algo sí, era interno y externo, miró a su costado, allí estaba su imagen imaginaría, pidiendole un abrazo y un beso, recordó y sonrió, y en un suspiro, sus labios resoplaron su nombre, sabía,lo que probablemente le deparaba...y a decir verdad, ya no le tenía miedo,sólo lo esperaba con ansías...
Habían cambiado muchas cosas desde que se fue.
Se vistió de luna, marchitó la noche entre sus pies, y tiró el sol por el otro lado , los dobló y se despidió de ellos para salir en busca de su amado destino...
Oh cariño, no sabes cuanto esperaba ésto.
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El chico Que Nunca Existió
Short StoryLa vida de quien no existió... Pero quizo nacer