Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

Sabito uwu

No se me ocurrió un título :>

Advertencia:No me haré responsable de la cochinada que leerán qhdkqbs. Quiero avisar que no sé si me vaya tan bien en esto ._.XD

–Transporta estos 20 kilos hacia ese camión. –dio una orden a lo que todos instintivamente obedecieron. –¿Qué tanto miras? En este lugar no damos descanso.

–Señor, nos han dado un informe sobre el camión hacia el pueblo de ayer. –la secretaria le dio una carpeta y comenzó a sacar una pastilla.

–Mierda, perdimos casi toda una fortuna de no ser por esa pandilla de bandidos, ¿no tienen nada mejor que hacer? –suspiró con mucha molestia y pasó una mano por su cabeza pensando en qué hacer.

–¿Por qué no la traemos a ella? –dijo mientras esperaba una respuesta en concreto.

–Ni hablar, ambos sabemos lo que es capaz de hacer, recuerda lo que hizo la última misión. –estaba leyendo unos papeles y se fijó uno muy interesante. La secretaria estaba callada. –Cuando te quedas callada es porque ya no tenemos opciones... –dio un suspiro largo y asintió. –Traela, pero con una condición –Oh no. –, no debe matarlos, pero sí traerlos.

–Entendido señor, volveré en unas horas. –dicho esto el jefe comenzó a buscar más bolsas a las cuales llevar materiales.

•°•°•°•

El timbre de la puerta sonó con desesperación, ¿quién toca así a altas horas de la noche? Ni idea. Una mujer alta y cabello corto con traje un tanto formal apareció frente a la castaña que no tenía idea de lo que pasaba. Ambas se quedaron viendo a los ojos un rato.

–¿Kato? –mencionó con asombro la más baja. –No esperaba verte por aquí, y peor a estas horas. –se hizo a un lado de la puerta, dando señal a que pase.

–También me alegro de verte, _____. –mencionó con seriedad.

–No tengo nada que darte, pero me imagino que el jefe debe querer algo, ¿verdad? –esto sorprendió mucho a la secretaria, era algo obvio que lo dijera.

–Un grupo de bandidos robaron 50 millones de dólares, no pudimos saber mucho del transporte ya que lo encontraron explotado y un mensaje con sangre, observa. –le dio un pedazo de papel mal cuidado y casi hecho trizas escrito con sangre "muerte al jefe real".

–Para ser unos bandidos, parecen tener tendencias un tanto psicópatas con la sangre. –la muchacha se acomodó en el sofá. –¿Cuándo y dónde empiezo? –mencionó con tranquilidad.

–Mañana y ve a la entrada de la ciudad, es mi turno de irme. Nos vemos pronto. –se paró del asiento y fue directo a la puerta principal con ___ detrás, cerrando finalmente la puerta.

–Me siguen necesitando, vaya~

•°•°•°•

La alarma de mi reloj sonó, haciendo que suelte un gruñido de molestia, levantarme temprano no es lo mío, ¿sabes lo que te digo? Pero bueno, ese no es el caso.

Explicaría todo acerca de mí, pero no tengo muchas ganas, sólo tengo una vida estable, me despidieron de mi trabajo y perdí el interés en toda clase de vida social que incumbiera a gente. No la odio, pero sí que suelen ser idiotas con una mujer con aspecto "poco femenino".

Me levanto de mi cama y comienzo a desvestirme, en 2 horas debo estar en ese jodido lugar y sigo aquí, debería apresurarme de una vez.

–¿Hola? No, no, aún no llego. –dije con pocas ganas. –No puedo simplemente cambiar la hora de mi trabajo así como así, ¿sabes? Te debo encontrar, dijeron que pagarían bien por tu cabeza, Sabito. –sí, trabajo con la pandilla que robó esos 50 millones. –¿Crees que me importa eso? No, ahora contrata a alguien nuevo que sea tu clon. –comencé a lavarme el rostro con agua, para despertarme mejor. –También te amo, besos~. –y colgué.