Capitulo 8: Sangre del sol

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Que lo disfruten...

Era mucho para asimilar, el golpe planeado y la posterior erradicación de un clan fundador, y Naruto se encontró casi incapaz de envolver su cabeza mientras se sentaba en su sofá gastado con un Uchiha angustiado aferrado a su costado como una cuerda de salvamento. Ciertamente era comprensible. Haber sido aislado del mundo exterior durante un año por su propio clan y luego estar allí mientras los mataban por la seguridad de la aldea dejaría a cualquiera que buscara consuelo de cualquier fuente que pudieran encontrar.

Su brazo izquierdo continuó frotando suaves patrones sobre su espalda mientras trataba de evitar que se derrumbara nuevamente. Las heridas estaban lo suficientemente frescas; debe haber sido como echarles sal para que ella le contara todo lo que sabía sobre el evento tan poco después. En este desastre, ella era solo una espectadora inocente y, aunque estaba seguro de que había muchos más en una posición similar a la matriarca Uchiha, ella era la que tendría que sufrir.

Su mirada recorrió su piel de porcelana y el cabello de medianoche que caía en cascada por su espalda y sobre su brazo. Aquí había una mujer que se parecía a la noche en sí, una vez un shinobi del más alto calibre, pero mientras intentaba excavar más profundamente en el calor de su cuerpo, solo podía ver a un niño despertado por una pesadilla. Le dio a la mujer un ceño lastimero.

" Si tan solo fuera una pesadilla" , pensó "Para que la luz del sol de la mañana pueda lavar tu sufrimiento".

"Gracias." Casi no la oyó susurrar sobre sus propios pensamientos. Volviendo a su invitado, vio que lo miraba, sus ojos aún marcados por las lágrimas que habían escapado de sus ojos de medianoche.

"¿Para qué?" Pregunto.

"Por escuchar. Me dolió, pero necesitaba decirle a alguien, necesitaba aceptarlo". Ella enterró la cabeza en su costado. "No tengo el lujo del tiempo para aceptar esto".

Era una triste verdad. Incluso ahora, los ANBU regulares probablemente estaban siendo informados de la masacre, como si los suyos no hubieran estado detrás de ella, y sin duda estarían identificando todos los cuerpos que podrían. Una vez que supieran de su ausencia entre los fallecidos, sin duda comenzarían a buscarla. Si la búsqueda se mantiene en secreto, podría escapar durante al menos unos años, dependiendo de cuán tenaz sea Konohagakure. Sin embargo, si hicieran público el conocimiento, las cosas se volverían mucho más complicadas.

Podrían tratar de encontrarla solo para que el clan Uchiha permaneciera en Konoha, manteniéndola a salvo y haciendo todo lo posible para recuperar su favor, pero eso fue demasiado optimista para que Naruto creyera ni por un segundo.

Podrían actuar como si tuvieran la intención de ir con el primer curso de acción y luego proceder a matarla o podrían embarazarla hasta que ella diera a luz a un hijo que podría ser usado para traer de vuelta a los Uchiha, pero eso suponía que incluso quisieran el Uchiha vuelve.

La última, y ​​quizás la más cruel, opción que tendrían sería echarle la culpa a sus preocupados hombros, permitiendo que el asesino de parientes Uchiha Itachi salga libre y continúe sirviendo a Konoha. Probablemente rompería a la pobre mujer y le garantizaría que nunca tendría un momento de descanso por el resto de su vida. El suicidio en tres años fue el resultado más probable.

"Hablando de tiempo", murmuró suavemente. "¿Cuál es tu plan? Comenzarán a buscar lo suficientemente pronto y no puedo apoyarnos a ambos por mucho tiempo hasta que pueda comenzar a tomar misiones". Por mucho que eso fuera cierto, con ella acurrucada a su lado como estaba, estaba bastante tentado de intentarlo de todos modos. Había pasado un tiempo desde que tuvo tal contacto físico. Con Mito, el contacto era el baile, que ambos disfrutaban y participaban a menudo, pero estar en el sello siempre carecía de una cierta realidad que le quitara la experiencia. Cuando se trataba de Tatsuki, generalmente era solo ella tirando de él o envolviendo sus brazos alrededor de él mientras encontraban un lugar para almorzar juntos. Fue agradable, pero no era nada como tener a esta mujer envuelta alrededor de él mientras se sentaban en su sofá. Había algo que se sentía mucho más personal en esta situación.

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