Epilogo:

3K 406 293
                                    

Tres semanas después:

El sol brillaba sobre mi rostro mientras mantenía mis ojos cerrados y relajaba mi cuerpo algo adolorido. El leve calor de la primavera aquí era una de las sensaciones que más me gustaban, mientras que el suave pasto debajo de mi cuerpo era lo segundo. Me encontraba acostada en este desde hace rato, y había estado contemplando el cielo momentos atrás, para luego cerrar mis ojos levemente y quedarme allí. No había ruido. Nada de ruido.

Los pájaros cantaban, pétalos de flores de los árboles cerca rozaban mi piel y la brisa solo acompañaban sus suaves caídas mientras que soltaba un gran suspiro. ¿Esto era el ser prófuga?

Una sombra cubrió repentinamente la luz que me alumbraba el rostro y abrí mis ojos para encontrarme con aquel chico de cabello largo, castaño, observándome con curiosidad. Sus ojos parecía que me escaneaban lentamente mientras que yo notaba su musculosa algo mojada así como su cabello también, ahora que prestaba más atención.-¿Que haces Jin-Ah?

-Solo descanso un poco. Me cubres el sol, Hyunjin.-Respondí seria y este inclinó su cabeza a un lado, sonriéndome divertido.

Repentinamente se sentó a mi lado y repitió mi acción. Se acosto a mi lado y soltó una pequeña risa.-¿Sigues enojada?

Giré mi cabeza para mirarlo y el hizo lo mismo, con una gran sonrisa.-No deberías haberme mojado, ahora estoy empapada.

-Dijiste que tenías calor.-Soltó el.

-Si, pero no dije que me empaparas.-Hable nuevamente y este comenzó a reírse.

-¿Es que me gustas más cuando te enojas? Te hace ver tierna.

Mire nuevamente hacia arriba evitando su contacto visual, también haciéndolo para que no pudiera ver mis mejillas sonrojándose.-Ya. No trates de darme cumplidos para que te perdone.

Habían pasado sólo un par de semanas desde que Hyunjin había vuelto a aparecer, y aún no me acostumbraba a la idea de él dándome cumplidos o besos, aunque era lo que más me gustaba. Me refiero a que no me acostumbro a los cumplidos, eso aún me hace sentir como una niña de diecisiete años. Toda sonrojada y avergonzada, por dentro gritando de felicidad.

Su mano alcanzó mi barbilla y me giró hacia el.-Tus orejas están rojas, no tienes que ocultar el efecto que tengo en ti.

-Eso es peor que venir a buscar un disculpas con cumplidos.-Respondí frunciendo mi ceño y mirándolo algo enojada, mientras que este sonrió divertido.

-¿Me disculpas Jin-Ah?-Su voz me hizo temblar y suspire frustrada, observando directamente a los ojos del hombre frente a mi.

-Bien.-Solté y este sonrió ampliamente, acercándose sin aviso y dándome un suave y corto beso en los labios. Una vez más aquel fuego dentro de mi, se volvió más fuerte.

Mis facciones se suavizaron cuando se alejó y me observo, mientras que con su mano colocaba un mechón de mi cabello fuera de mi rostro, está luego viajando para tomar mi mano, aún ambos acostados en el suelo.

Hyunjin y yo, habíamos sido mandados a las afueras de Seúl a una granja por mi padre Zhang, para que pasáramos el tiempo aquí, aunque también había sido idea de Hyunjin. La razón principal de aquello, era que la policia me buscaba y hasta que no me consiguieran documentos falsos y cambiara mi color de cabello, yo no podría volver. Una vez más escapaba y me escondía nuevamente de algo en mi vida y ya estaba cansada de hacer aquello.

Primero de mi propio padre, la segunda de la policia y ahora nuevamente de la policia. ¿Acaso jamás obtendría un respiro?

-¿En que tanto piensas Jin-ah?-Hyunjin dejó de observar el cielo para mirarme.

Equipo Z < H.Hyunjin >Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ