Palomitas de maíz || FLANAJU {Flavio y Anaju}

III. Suena demasiado bien

POV Flavio:

Eva me empezó a enseñar sala por sala del instituto, era enorme. Tenía sala de música, audovisuales, 3 gimnasios, 2 talleres... Súper heavy, realmente, nada que ver con lo de antes.

Como última parada, me llevó hasta el comedor, me miró y sonrió

– Vamos a coger macarrones que han dejado para comer, anda – Cogió una bandeja al igual que yo, ambos nos echamos la misma comida, nos sentamos y ella me miró.

– ¿Conoces a alguien de aquí? – Simplemente, me atraganté un poco y asentí alzando la cabeza.

– Si... bueno, tuve un accidente antes de llegar y digamos que la he conocido. Se llama Ana Julieta... bueno, Anaju.

De repente, se quedó en total silencio y con el rostro algo serio, por lo que, extrañado, posé mi mano en su hombro empezando a acariciarselo delicadamente.

– ¿Qué pasa...? – Susurré suavemente en lo que ella negaba acariciando mi brazo –

– Anaju... bueno... fue mi mejor amiga de la infancia desde los tres años y... desde que se junta con la gente que se junta... no es ella, desde luego – Asentí algo asombrado. No sabía si realmente creérmelo, ya que hacia tan solo unas horas, me había ayudado y demás.

Iba a abrir la boca, pero de pronto, se escuchó un bandejazo en el suelo.

POV Anaju:

Estaba básicamente harta, por lo que me alegré de haberle tirado la bandeja a la puta cara ya que me estaba tocando los cojones.

– ¿Qué? Ahora intenta tocarle los huevos o algo a Hugo, que la tenemos, Gèrard. – Suspiré agobiada negando y me senté al lado de Hugo.

– ¿Pero no te das cuenta que tiene mi puto móvil porque me lo ha robado? – Se empezaba a agobiar mucho más pasandose las manos por la cara –

– Illo' yo no tengo na' – se empezaba a reír Hugo a carcajadas junto a Sam.

¿Cómo iba a robar un móvil Hugo? Tampoco tiene motivos para hacerlo, pero vaya, que a la gente le da por juzgar por la cara.

De pronto, vi al chico con gafas, las cuales ahora no tiene ya que se le rompieron, agachandose frente a Gèrard y ayudándole a levantarse y demás.

– Ay, que el nuevo busca amigos y se tiene que buscar a los frikis – Soltó Samantha y se empezaron a reír todos a carcajadas, menos yo, que solté una leve risa algo falsa ya que no le encontré del todo la gracia.

El chico lo llevó al baño y entre ellos se unió... Eva, joder, no puedo ni verla, se me parte el puto alma. Negué y miré a Hugo.

– No has hecho nada... ¿no? O sea, no has robado el móvil ni pollas, ¿no? – Le miré muy seria, a lo que él negó y me dio un leve beso sobre mis labios, sonreí un poco y me apoyé en su hombro dejando un pequeño beso en él mientras seguía hablando con los de mi grupo, Bruno, Mai, Sam, Hugo y yo.

POV Flavio:

Joder, me he imaginado de mil y una formas mi reencuentro algún dia con Gèrard, pero este desde luego que no. Lo acompañé al baño junto con Eva, tenía un pequeño golpe en la cara, un moratón en el pómulo. Cogí un poco de agua fría y se lo eché en la cara.

– ¿Qué te pasa con ellos...? – Dije mientras le echaba el agua y lo miraba atentamente.

– Joder, son unos putos pesados, incordian básicamente a todos, Flavio, te lo digo enserio, te hacen la vida imposible aquí adentro, y si te chivas... la lías totalmente... tienen a gran parte del instituto a su favor ya que son los popus... está Hugo, que es el que básicamente lleva todo, Samantha, su mejor amiga, Bruno, su mejor amigo... y bueno, de repente Maialen, por ser novia de Bruno de repente está ahí y Anaju... por ser novia de Hugo también está ahí – Escuché todo atentamente y por cada cosa que me decía, mas sorprendido me quedaba.

¿Anaju me había enseñado su verdadera faceta o simplemente fue así por conveniencia? Joder, ahora si que no me atrevo a pisar el puto taller, que vaya mi hermana...

– Eso era expresamente lo que te quería contar... Hugo y Sam han malinfluenciado a mucha gente... y entre ellos han caído Maialen y Anaju... dos chicas que antes eran de mi círculo de amigos... y joder, todo por culpa de estos – Decía Eva y suspiraba pasandose las manos por la cara dejandose ver caer alguna que otra lágrima por su rostro, por lo que no dudé en abrazarla.

Intuía que lo había pasado mal, se veía de lejos sinceramente. Parece ser que en este instituto no era todo como yo lo esperaba. Sonaba el timbre y miro a ambos alternadamente.

– Bueno... yo me voy a mi casa... mañana hablamos, anda, y Flavio, me alegro muchísimo de haberte visto aquí, todavía no me lo creo – reia un poco mientras me hablaba, me alegraba verle con esa sonrisa ante todo.

– Nada, Gèrard, nos vemos pronto – Le besé la frente y él se fue para su casa.

Miré a Eva, pasé mi brazo por su hombro y salí del baño a paso rápido.

– Yo también tengo que irme, Flavio. Mañana si quieres nos ponemos de nuevo juntos y charlamos, que la verdad... me hace falta –me sonrió y asentí.

– Nos vemos también, anda – Le di dos besos y ella se fue.

Mi hermana me envió un whatsapp diciendo que salía a comer con un grupo, por lo que decidí andar solo hasta mi casa.