Pure Breed - Omegaverse (Premios Karmaland 2020)

Atracción

Después de la reunión de la hermandad le habían asignado a Rubius la entrega del cartel, así que en ese momento caminaba con rapidez hacia la casa de Luzu; Fargan le había dicho que llevara el traje de la hermandad para ocultar su olor y camuflarse en la oscuridad. No querían que Lolito tuviese ni la menor idea de lo que hacían, y gracias al cambio reciente de sus trajes estaban seguros que no los identificaría si los llevaban puestos. 

Se detuvo un momento para confirmar que nadie lo seguía, pronto amanecería y no quería estar fuera después de que el sol saliera. Al menos estaba seguro era que el alcalde no saldría de su casa en las próximas 24 horas, según sus cálculos y la información que le había sacado a su secretaria era día de celo. Dejar el cartel y retirarse con sigilo era el plan, solo esperaba que las torretas estuviesen apagadas para no complicarle la tarea. 

Llegó frente a la enorme escalera que llevaba a la casa de Luzu sin problema, y hechó una última mirada a su alrededor antes de comenzar el ascenso. Fue ahí cuando captó por primera vez un suave y muy particular aroma a vainilla, uno que no había sentido antes; porque conocía todos los olores de los Omegas de Karmaland y el de las chicas que a veces los visitaban en su celo y estaba seguro que ese fino aroma no pertenecía a nadie conocido. Tal vez Luzu había encontrado a alguien más con quien pasar el celo, no sería algo raro tomando en cuenta la cantidad de Omegas que se morían por el alcalde. Decidió restarle importancia a quienquiera que estuviese con el Alfa en ese momento, cumpliría con su deber y regresaría al pueblo para vigilar. 

Terminó de subir las escaleras y se alegró de que las torretas estuviesen apagadas, era una preocupación menos; llegó al buzón y dejó el encargo con sigilo.

-Bien, de regreso al pueblo sin problemas- se ajustó la mochila y se aseguró que la máscara estuviese en su lugar, también revisó que sus orejas se encontrarán ocultas. 

Pero cuando se disponía a retirarse sus ojos captaron una fina figura que pasó caminando de la habitación hacía la cocina, y la curiosidad por descubrir quién estaba pasando el celo con Luzu lo invadió de inmediato. Se mordió el labio inferior mientras se debatía entre subir al techo de la casa y espiar, o dar su tarea por terminada e irse de ahí; pero cuando el aroma a vainilla le volvió a invadir decidió que quería saber a quién pertenecían esas feromonas. Subió ayudándose de su agilidad y asomó la cabeza por los paneles de cristal que estaban justamente sobre la cocina. 

Soltó un suspiro cuando divisó el cuerpo desnudo de Auron, quién estaba inclinado sobre la encimera tomando un vaso de agua tranquilamente. Lo reconoció al instante, era el Omega por él que Lolito estaba en el pueblo, recordaba su rostro por el cártel y porque lo había visto un par de veces ya. 

-Vaya que es bonito- susurró sin pensarlo y agudizó la mirada hasta posarla sobre el redondo trasero de Auron. Eso solo provocó que su respiración se agitara, y un calor placentero le recorriera entero hasta hacer reaccionar su miembro bajo el pantalón. Ahora tenía una erección y si no fuera por el traje de la hermandad sus feromonas estarían saliendo como locas. 

Un pequeño gemido se le escapó de pronto y eso lo hizo llevar una mano a su boca, no quería ser descubierto espiando al llamativo Omega. Se alegró al comprobar que éste seguía tranquilamente bebiendo su agua sin percatarse de nada.  Eso lo hizo suspirar aliviado mientras seguía en la misma posición de antes, debía admitir que desde que vió a Auron había llamado su atención, pero no se esperaba que tendría la oportunidad de deleitarse con la visión de su cuerpo desnudo así sin más; esto bien podría ser una bendición como una maldición.

Dejó de pensar por un momento y olfateó el ambiente con ganas, eso sólo sirvió para que el delicioso olor a vainilla que había sentido cuando subía las escaleras penetrara en lo más profundo de su ser, aunque así de cerca podía distinguirlo mezclado con el inconfundible aroma del alcalde; era obvio el por qué sabiendo que estaba en celo.