11.

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Clara Espinoza.

Miraba emocionada como Valentin abrazaba a su papá y su hermano, quienes vinieron a retirarlo del penal. ¿No es loco como pasa tan rápido el tiempo?
Alejandro miraba la escena desde un costado sin expresión en el rostro, Valentin no notaba nada de su alrededor, solamente alzaba a su hermanito mientras le decía cuanto lo extraño.

-Gracias por el trabajo que hiciste Clara.-

-No hice nada más que reducir su condena.- respondí.

-Sabes a lo que me refiero.- respondió el papá de Valentin mientras me dedicaba una cálida sonrisa.

-Ya se pueden ir.- respondí.

-¿Venís?- pronunció Valentín.

-Vayan, los alcanzó, tengo que buscar mis cosas.-

Fui en busca de mis cosas con un sentimiento de felicidad que recorría todo mi cuerpo, Valentin ya estaba afuera, Valentin ya podía rehacer su vida y estar con la gente que quería.
Agarre mis cosas y después de fichar, salí de mi lugar de trabajo.
Al llegar a la esquina del lugar, Valentin me sorprendió saliendo de atrás de un árbol donde estaba escondido.

-¿Que haces? Me asustaste.- dije riendo.

-Te dije que te esperaba.- sonrío. -Vamos.-

Hicimos unas cuadras hasta la parada del colectivo y cuando llegamos, ahí hablo.

-Perdón, hoy no traje el auto.- hable.

-¿Pensas que es un problema para mi?- rio.

Reí mientras me sentaba en el asiento de metal que estaba en esa fría parada del colectivo.

-¿Y tu papá? ¿Y manu?-

-Se fueron por delante, yo insistí en esperarte.-

Sonreí.

-¿Clara?-

-¿Que, valen?-

Valentin me miro por unos segundos y después acorto la pequeña distancia que nos separaba con un beso. Sonrío entre el y me abrazo.

-¿Lo podes creer, Clara? Unas rejas ya no nos separan.- dijo mientras me abrazaba.

-Esas rejas no nos van a volver a separar nunca más, Valentin.- dije mientras me acomodaba en su pecho.

Llego el colectivo que nos dejaba a unas cuadras del barrio de Valentin, nos sentamos y nuevamente me recosté en su pecho observando el camino que seguía el bondi.

-¿Valen, queres venir a mi casa mañana?-

-Si Clarita.-

Después de quince minutos, llegamos al barrio de Valentin. Me sorprendía ver cómo cada persona que se lo cruzaba lo saludaba con cariño, con emoción.
"Es un re pibe, ayuda a todos los de acá" me contaba un chico de masomenos nuestra edad.

-Veni, ¿queres un heladito?- pronunció.

sonreí ante su propuesta.

-Si, quiero.- dije mientras entrábamos a un almacén.

-¿Valen? ¿como estás nene? pensé que no te iba a volver a ver mas.-

-Hoy salí nelly, recién llego. ¿Me das dos helados de agua?-

La señora sacó dos helados de uva de una heladera, saque mi billetera pero valentin me impidió pagar.

-¿De donde sacaste plata?- rei.

-Mi viejo me presto. ¿No pensarás que robe, no?- dijo con un tono serio, pero a los segundos se rio. -Es joda Clari.-

Caminamos hasta llegar a la casa de Valentin, cuando entramos estaban su papa, su hermanito y tres amigos más.

-¿Que hacen acá?- respondió un Valentín emocionado mientras iba a abrazarlos.

-Los demás andaban haciendo una guachada y no pudieron venir, loco te extrañe una banda.- dijo una chica mientras lo abrazaba.

-Perdón, no la presente, ella es Clara.- dijo con una sonrisa.

-Soy guada, ellos tadeo y martín, un gusto wacha.-

Sonreí mientras saludaba a cada uno.

-Es mi abogada.- respondió.

-Piola, gracias por ayudarlo.-

La tarde se basó en risas y charlas sobre qué hicieron sus amigos sin Valentin en el barrio.
Eran personas tan buenas a simple vista, tan simples y tan copadas.
Después de un rato me despedí y decidí que era hora de volver a mi casa.
Valentin y su amigo tadeo se ofrecieron a acompañarme a la parada del colectivo, a lo que accedí.

-¿Me pasas tu número? ¿O sigo siendo tu cliente?-

-Creo que hace mucho tiempo no sos mi cliente.-

Valentin me dio un beso y me abrazo, extendí un papelito con mi número y le dije que mañana me llamara temprano.
Cuando vi que el colectivo se acercaba, me despedí de Tadeo y de Valentin.

-Te quiero, cuídate.- espeto valentín.

-Yo tambien, cuídense.- respondí.

observe desde la ventana del colectivo como Valentin se hacía más chiquito a medida de que me alejaba, sonreí y suspiré para mi misma imaginándome un futuro a su lado, por mas cliché que suene.
¿Valentin Oliva, me queres como yo te quiero?

rejas; wos. Where stories live. Discover now