14.

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Clara Espinoza.

7 años después.

-Agustin, ya está el desayuno.- grite. -baja, dale.-

-Aca estoy mami, ¿me hiciste la choco?-

-Si, sentate.- dije mientras depositaba un beso en su frente.

Agustin tomaba la chocolatada todos los días temprano, se acostumbraba a levantarse temprano.
Observe cómo comía los panes con manteca como si estuviera muerto de hambre.

-Agus, ¿tanto hambre tenes?- rei.

-Si mami.- rió.

Reí después de decirle que comiera más lento porque se podía atragantar.

-Tu tío manu quiere venir a visitarte mañana, ¿vos queres? el abuelo quiere verte también.-

-Si mami, ¿puedo contarles la historia que me contaste de la mariposa?-

-Si corazón, claro que podes.-

-Bueno. ¿Ma?-

-¿Que pasó?-

-¿Como era papá?- pregunto Agustin, provocando que me atragantara con el mate.

-¿En qué sentido?-

-No se ma, cómo era el físicamente?-

-¿Físicamente? Era muy lindo. No era muy alto, era como de mi estatura. Tenía unos ojos celestes muy lindos, a mi me encantaban. También, tenía una sonrisa muy linda, pero el no sonreía porque creía que era fea.-

-¿Te trataba bien?-

-Decirte que me trataba bien es poco, gus. Me cuidaba mucho, me hacía sentir querida, me hacía sentir feliz.-

-¿Dejaste de ser abogada por lo que le pasó?-

Tragué en seco.

-Estás muy preguntón hoy.-

-Perdón, sólo quería saber un poco más de mi papá.-

-A tu papá le gustaba mucho escribir. Tenía un pensamiento muy distinto al de los demás.-

-¿Por?-

-El tenía un pensamiento admirable porque no era argumentado con mentiras que las personas nos inculcan. El creo su pensamiento en base a las cosas que el mismo vivía, que el mismo veía. Tu papá era muy realista.-

-Me gusta.- rió. - Me gusta que mi segundo nombre sea Valentino, siento que llevo a papá conmigo.-

-Me alegra que te guste.-

sonrió y luego se bajó de su silla para venir a abrazarme, casi como hacía Valentín siempre.

(...)

Estaba esperando que vinieran Manu y Alejandro, los papás de valentín, a ver a Agustin.

-Agus, ¿estás listo? ya vienen a verte.-

-Si ma, ahí voy.- respondió.

Seguí mi camino para ir a mi habitación pero pare cuando oí a Agustin hablar con alguien.
Volví y lo encontré en la ventana, observando la carrera de gotas que había en ella debido a la fuerte lluvia que había afuera.

-Si yo te hablo, ¿vos me escuchas?- susurro. - si te busco en la estrella que mas brilla, ¿vos me ves? ¿escuchas lo que pienso? ojalá que si, me hubiera gustado conocerte pa, pero no pudiste.-

-Hoy mami me hablo de vos y me di cuenta que te quería mucho, ella habla muy lindo de vos.-

-Agus, ¿con quien hablas?- pregunté.

-Nadie, ahí bajo.- respondió.

Me apoye en el umbral de la puerta y observe como se sobresaltó al ver una mariposa en su ventana.
Una enorme sonrisa se formó en su rostro.

-Una mariposa..- susurró agustin casi más para el mismo.

Recordé lo que probablemente el estaba pensando, la leyenda que le conté; la leyenda decía que las almas de los seres amados volvían reencarnados en las alas de las mariposas.

-Si, papá.- espetó contento. -¡Si te hablo me escuchas!-

sonreí al ver esa pequeña escena y sin quererlo, las lagrimas no tardaron en salir.
Sentí como mi cuerpo pasaba de sentir frío a sentir calor.
A sentir calor como en los brazos de Valentín.

-¿Ma, porque lloras?-

-Por nada, no estoy llorando.- mentí.

-¿Sabes? papá nos acompaña a todas partes, el siempre está con nosotros.-

-Si, lo se.- dije mientras lo abrazaba.

Mire una vez más la ventana antes de bajar a abrir la puerta, la mariposa se quedó unos segundos y después se fue.
Valentín, lo se, tu magia está cerca y protege el lugar.

rejas; wos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora