Bodyguard-J.B.

21.

-He dicho que no. Punto.

-¡Es para hacer un trabajo!-Grita Avery.-No es que vayamos a acostarnos ni nada.

-Sigue insistiendo y te castigo.-Digo apuntandola con el dedo.

-¿De verdad voy a suspender sólo porque tu no quieres que vaya a hacer un trabajo con un compañero de clase?

-No es cualquier compañero de clase, es el chico con el que casi tienes relaciones el día de la fiesta.

-El día que empezamos lo nuestro.-Dice Avery.-Papi, de verdad. Déjame hacerlo.

-He dicho que no vas a ir a su puta casa.

-Pues él viene aquí.

Suspiro y asiento.-Esta bien. Pero lo hacéis en el jardín, donde yo pueda veros.

Ella suspira y se acerca a mi.-Controla tus celos, papi.

Es lo último que dice antes de salir de la cocina.

Suspiro pasando mi mano por mi rostro.

Dos horas después el capullo entra en casa saludando a Avery y comiendosela con la mirada. No le culpo, porque lleva unos vaqueros cortos y un croptop rojo que realza sus tetas.

Me controlo, porque no quiero pegarle un puñetazo en la mandíbula.

-Él es Justin, mi guardaespaldas.

-Le conozco. Nos interrumpió todo el rollo.-Dice poniendo un brazo sobre los hombros de mi niña.-Vamos a hacer ese estúpido trabajo.

Aprieto mi mandíbula y cojo aire.

Les sigo y me siento en una hamaca a tomar el sol mientras ellos hacen su estúpido trabajo.

Hace un mes que Avery y yo somos novios de forma oficial. Y las cosas han sido tensas la última semana sobretodo porque se enteró de lo de Deborha.

Flashback

-¡Justin!-Grita la voz de Deborha mientras Avery pasea por los rincones de la tienda mirando algo que le gusta.

-Deborha.-Digo tenso. Miro de reojo a Avery. Tiene una ceja arqueada y se acerca disimuladamente.-Un placer verte.

-¡Oh! Digo lo mismo, JayJay.-Dice acercándose mucho a mi. Trago saliva.-Dime, ¿el beso te hizo pensar en lo mucho que me extrañas?

Se me corta la respiración y veo que Avery se ha dado la vuelta y está saliendo de la tienda.

-No.-Respondo apartandome de ella.-Lo nuestro quedó atrás, Deborha. Asumelo.

La hago a un lado y salgo de la tienda con rapidez. Avery se está montando en el coche y yo hago lo mismo.

-Nena...

-Llévame a casa.-Dice seria.

-Fue un beso que ni respondí, nena. Te lo juro.

No responde. Se cruza de brazos y mira por la ventana. Pongo mi mano en su muslo y lo aparta de golpe y siento como me falta la respiración.

-Ella es algo del pasado, nena. Me besó de golpe y no respondí. No significó nada.

-Qué me lleves a casa, Justin.

Su voz suena rota y yo me pongo aún más nervioso, porque odio cuando llora y más si yo soy el motivo.

Tardamos quince minutos y cuando aparco sale volando del coche.

Intento seguirla el ritmo pero cierra la puerta de su habitación con seguro y de un portazo.

-Nena, hablemos las cosas, por favor.