6.- Día

182 23 0
                                    

Lo primero que JiYong pensó mientras despertaba lentamente fue que no se sentía tan crudo como otras veces, esta vez el malestar no era tan marcado como las veces anteriores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo primero que JiYong pensó mientras despertaba lentamente fue que no se sentía tan crudo como otras veces, esta vez el malestar no era tan marcado como las veces anteriores.

Incluso la luz, que todas las mañanas lo torturaban, ahora casi no se percibía. Se acurrucó mejor contra las mullidas almohadas bajo él, y esa fue la primera alarma que sonó: él no tenía almohadas así.

Abrió los ojos preocupado y, justo frente a él, el mismo par de ojos color violeta trajeron a su mente todos los recuerdos de esa noche. Retrocedió asustado pero una de aquellas largas y fuertes manos lo detuvo justo antes de que cayera de la cama.

—Tranquilo, no me tengas miedo. —De nuevo aquella voz ronca, curiosamente al escucharla su miedo se disipó, siendo usurpado por la curiosidad.

Siendo así pudo observar mejor a aquel hombre, su rostro alargado y cabello negro algo revuelto. Tuvo que aclararse un poco la garganta para poder hablar.

—¿Quién eres? —Logró preguntar, el sujeto se quedó en silencio por algunos momentos.

—Top —dijo al fin.

—¿Top? ¿Qué clase de nombre es Top? Hablo en serio

—Bueno, yo también lo hago "G-Dragon".

—Touché —aceptó Ji, él tampoco había querido decirle su verdadero nombre.

Se sentó de rodillas a un lado de la cama, Top se movió un poco para colocarse boca arriba y así no perder contacto visual.

—¿Qué me hiciste? —preguntó entonces, instintivamente su mano se colocó en su cuello.

—Sé que tienes muchas preguntas, las contestaré todas pero no ahora, por esta noche mi tiempo se ha acabado —su voz ahora sonaba tranquila y baja, cadenciosa.

—¿De qué hablas?

—Si no te has ido para cuando el sol vuelva a ponerse, si sigues aquí cuando despierte, contestaré a todas tus preguntas.

Pareciera que no hacía caso de sus preguntas y antes de que pudiera quejarse, JiYong fue jalado por la misma mano que lo había detenido, de manera que de pronto se encontró de nuevo acostado pero esta vez directamente sobre el pecho contrario.

—Solo serán unos instantes, luego serás libre hasta que vuelva a caer la noche. Volveré a encontrarte, así que no huyas, no salgas de aquí. —pidió aquella voz resonando contra su oído.

Estaba tan sorprendido que no atinó a hacer más que quedarse inmóvil en medio de aquel abrazo, además de que al verse rodeado por esos fuertes brazos su mente volvió a la noche anterior, en cómo se había sentido al ser sostenido por ellos mientras perdía la cabeza.

Y si todo estaba siendo muy extraño terminó por ponerse peor: había comenzado a relajarse sólo un poco escuchando el latido fuerte de aquel corazón contra su oído, el movimiento rítmico ocasionado por la respiración, y de pronto ambos se detuvieron de golpe.

Asustado JiYong se enderezó, la mano que lo había estado abrazando cayó inerte a su lado, miró con cuidado a Top, seguía pareciendo simplemente dormido, su rostro relajado. Estiró la mano para tocarlo, su piel era igual de fría como la recordaba, pero se sentía suave y tersa.

Terminó de levantarse para salir de aquella enorme cama, todo el lugar tenía esa aura antigua, casi barroca, no tenía idea de dónde estaba.

En la habitación había dos puertas, con cierto temor probó ambas, la primera daba a un largo corredor oscuro al que no se animó a salir y el segundo daba a un enorme baño igual de lujoso que la habitación anterior.

Allí pudo verse en el enorme espejo de marco dorado, tenía un horrible chupeton del lado izquierdo del cuello, al acariciarlo sintió los dos picos apenas perceptibles a la vista pero en realidad no había mayor dolor. Su mano tembló momentáneamente al recordar lo que había sentido.

No había leído suficientes libros sobre vampiros, ni siquiera series había visto, sin embargo todo apuntaba a eso. ¿Habría alguna explicación racional para todo lo que estaba viviendo? Quizá, pero de momento su mente no podía encontrarla y para obtener respuestas de su captor tendría que esperar a que despertar, es lo que él había dicho.

Se lavó la cara y se refrescó antes de volver al cuarto, con un suspiro de resignación observó con mayor detenimiento a Top, ahora que estaba dormido no parecía amenazante ni frío como cuando estaba despierto. Incluso podría decir que era guapo más allá de todo ese paquete exótico con el que se cargaba.

Intrigado por el rubro de sus pensamientos desvió la mirada, justo entonces se topó con la canasta llena de distintas frutas maduras, en cuanto lo hizo su estómago reverberó.

Sin dudarlo se apresuró a tomar una enorme manzana roja, estaba tan jugosa que cuando la mordió algo de jugo resbaló hasta su barbilla y él tuvo que detener el sonido de satisfacción de su garganta, era deliciosa. La devoró con ganas para luego seguir con un durazno y una pera de la misma calidad.

También había algunas rebanadas de pan integral que parecía ser hecho a mano por la forma redondeada que tenía, su sabor se equilibraba perfectamente con las frutas dulces.

Cuando la sed le llegó descubrió también una botella de vino blanco espumoso, otra delicia; no tardó mucho en terminarse todo. Luego de lo cual comenzó a curiosear por toda la habitación intentando no acercarse demasiado a la cama. Toda la ropa en el armario era elegante y de tonos oscuros. «Aburrido» pensó.

Por algunos momentos pensó en salir de allí, pero la sola idea de encontrarse con otros seres iguales a Top le ponía los pelos de punta, no sabía dónde estaba así que probablemente sólo lograría terminar perdido. También quería las respuestas que él le había prometido y, algo que no aceptaría en voz alta, la posibilidad de volver a vivir la explosión de placer tan intensa que le había hecho sentir la noche anterior era también un poderoso aliciente para quedarse.

Al final terminó sentado en una de las grandes sillas mullidas del lugar, de tal tamaño que podía estar repantigado en ella con los pies sobre un reposa brazos y la cabeza en el otro. Así acomodado se dedicó a curiosear por las redes sociales en su celular hasta que el sueño volvió a asaltarlo por sorpresa.

En algún punto, más dormido que despierto, se pasó a la cama en búsqueda de una mayor comodidad.

Adicción feérica (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora