#119: La bella durmiente

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-lo sentimos- miró directo al piso del laboratorio en el que se encontraban -el objetivo nuevamente logró escapar-

Gregory golpeó el costado del castaño, quien luego de soltar un quejido llegó a susurrar un "lo siento".

El hombre frente a ellos solo soltó un suspiro para despues mostrarles una sonrisa comprensiva -no, es mi culpa- pero un gran golpe en la mesa alertó a ambos chicos que no era una expresión del todo honesta -es mi culpa por pensar que dos inútiles podrían encargarse de una simple mujer sin ninguna clase de habilidad-

Se quedaron en silencio hasta que el sonido de la puerta principal se abrió dejando pasar a a la señora Tweak con bata de laboratorio.

-tranquilo, querido- habló con dulzura en su voz -nuestro pequeño proyecto ya está casi terminado- y en un intento de calmarlo lo abrazo por detrás con una clara intención seductora -no necesitas a Stevens si me tienes a mi-

Los ánimos del hombre nuevamente cambiaron y con una sonrisa recibió las buenas noticias de su esposa -querida eso es la noticia más maravillosa que he recibido este día- se percató de inmediato que en las manos tenia una maleta especial -¿es lo que creo que es?- susurró admirando la superficie de aquel objeto.

Tanto Christophe como Gregory vieron expectantes como la mujer abría la maleta mostrándoles el contenido. Dos docis de alguna nueva droga en la que había estado trabajando la mujer.

-vamos chicos, no sean timidos- la mujer les extendió la droga -con esto no tendrán problemas en cumplir su misión- y como si fuera la promesa tentativa de un demonio, ambos chicos recibiendo sin dudar sus respectivas dosis.

-muy bien..- habló una vez mas el hombre castaño mientras plantaba su mirada sobre el cuerpo dentro de la cápsula de cristal que hacia funcionar todos los nuevos sistemas que lo llevarían a su triunfo -su nueva misión es hacer tiempo- se dirigió ambos -Gregory, tu ubicaras a la doctora Stevens y me informaras cada detalle-

El rubio de inmediato asintió y con una media vuelta procedió a salir del lugar, mientras el pelinegro solo observó curioso al hombre delante suyo -¿y yo qué?-

-necesito que vayas y arrases con algunos heroes. Black probablemente sepa lo que estoy planeando...y tratará de detenerme- repasó cada detalle dentro de su cabeza -tu objetivo será el hijo de Marsh, Black probablemente lo usará contra nosotros... capturalo o matalo, no falles- y el joven castaño solo sonrió.

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Gritó. Su cuarto sueño en la semana, y nada estaba cambiando. Los cambios son mínimos y el resultado el mismo. Tenia que acelerar las cosas como sea, tenia que evitar que todo comenzara de nuevo.

Vio por la ventana. Su pequeña siesta después de la escuela se había alargado hasta inicios de la noche. No aguantó más la auto exigencia de resultados que se imponía, y aún con el cuerpo dormido se dirigió al laboratorio a cargo de Stevens y Testaburguer, no sin antes llamar a su aliada más cercana, y una pieza importante de cambio frente a la amenaza que se aproximaba.

Bastaron unos quince minutos para que su movilidad se estacionara y la dejara en frente al edificio actualmente, con la desintegración de OPICA, más moderno de todo South Park.

-Nichole!- la castaña al verla fue directamente a abrazarla, pues ya había experimentado de primera mano lo realistas que podrían llegar a ser los sueños de la pelinegra -¿estás bien?-

-estoy bien, Karen- sonrió restándole importancia.

Ambas se condujeron al interior del edificio donde ambas científicas trabajaban sin descanso en su investigación.

Héroes || South Park AUWhere stories live. Discover now