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- Vale, parece que no tienes ni idea, muchachito. Por suerte para ti tengo talismanes contra todos los tipos de protección que existen. ¿Sabes algún dato sobre el hechizo? ¿Quien lo ha levantado? ¿Cuando? ¿Cuánto le costó?

- Aun no lo han levantado, pero tiene que estar listo para dentro de dos días. Desconozco si es para proteger un castillo completo o solo una sala. Lo harán dos hombre de la orden de Wäiss Liicht.

- Eso está mucho mejor muchachito. - contestó con una tímida sonrisa.

El anciano empezó a sacar piedrecitas con runas talladas de un pequeño saco. Por su tamaño no debían de haber allí más de cuatro o cinco piedras, pero el hombre no paraba de sacar y sacar talismanes de su interior, como si la bolsa no tuviese fin. Al cabo de un rato seleccionó cuatro runas mientras le explicaba a Lobo que iba a hacer.

- Si es entre dos hombres y solo tienen dos dias, no pueden hacer hechizos muy poderosos, y menos si son de Wäiss Liicht - echó a reir-. Así que yo creo que estos cuatro talismanes te sacarán de cualquier problema: un talismán para abrir cerraduras mágicas, otro para revelar cosas ocultas, otro para contrarrestar el deslumbramiento y el último para reflejar un hechizo.

- ¿De verdad no necesitaré nada más? ¿Como ser inmune al fuego o algo así? - preguntó Lobo preocupado.

- ¡Jajajajaja! - río con fuerza el anciano-. Muchachito, los de Wäiss Liicht son hechiceros de luz, no de fuego. Ninguno de ellos podría tirarte nunca una bola de fuego.

El chico rezó para sus adentros, esperando que el anciano tuviese razón. Después siguió preguntándole:

- ¿Por casualidad no conocerá a alguien que venda mapas de los subterráneos del condado?

- ¡Oh, si! Mi compañero. Dame un segundo.

El anciano sacó de su bolsillo un extraño muñeco, bastante sucio y deshilachado. Visto de cerca parecía de los que se utilizan para hacer vudú, más que un inocente juguete de trapo. Al cabo de un momento se puso a hablarle como si fuese su nieto.

- Auron, trae mapas subterraneos del condado. ¡Date prisa! - grito el anciano agitando el muñeco-. Muchachito ¿De qué parte exactamente?

- Del norte de la ciudad, que comuniquen con el castillo del conde Reynard - contestó Lobo, que empezaba a sentir lástima por aquel hombre.

Este se lo indicó al muñeco y luego se lo guardó en el bolsillo. En ese momento miró a Lobo con una sonrisa en la que todos los dientes eran de oro. Se quedaron los dos en silencio, esperando no se sabía muy bien qué, pero a cada instante que pasaba Lobo estaba más convencido de que el anciano no estaba bien de la cabeza. Tras algunos minutos sin hablarse, se puso a pensar en cómo decirle al hombre que ya no quería el mapa. Entonces, de repente, llegó un chico caminando hacia ellos tranquilamente.

- ¡Aquí llegué! Tengo estos tres. - dijo un joven con un mechón de lava en su pelo mientras extendía los mapas hacia él.

No entendía muy bien como había sucedido, pero lo cierto es que el viejo se había comunicado con su compañero a través de un de un muñeco. Sin querer hacerse muchas preguntas, ojeó aquellos planos y encontró justo lo que estaba buscando.

- Me llevo este. Y los cuatro talismanes. - dijo Lobo con decisión.

- De acuerdo. Todo serán 230 karmas dorados - indico el anciano sonriendo con gusto.

- ¿En serio? ¿230 karmas de oro? ¡Eso es casi todo lo que tengo! - respondió Lobo con desánimo.

- Deja de quejarte y paga ya, además vas a conseguir mucho más con el botón, no? - le respondió el chico del lecho de fuego.

Tenía razón. Si el golpe salía bien podría hacerse con un gran botín. Y si salía mal, acabaría en la cárcel del condado. Si no se llevaba nada ahora, se quedaría como estaba. Entonces le vino a la cabeza lo que siempre pensaba cuando decidía aceptar un trabajo peligroso: «Quien no arriesga, no gana».

- Está bien, aquí tienes.

- ¡Oh, muchachito,muchachito, muchísimas gracias! Y para que te sonría la suerte, te regalo una poción. ¡Pero no la uses si no es un caso de extrema necesidad! - le dijo al anciano recogiendo los karmas mié tras le daba una sustancia de un extraño color rosa fucsia luminiscente.

-¿Que es esto? - pregunto Lobo, mirando el frasco con desconfianza.

- Puede que sea tu perdición o tu salvación - le respondió el joven de pelo luminoso con una sonrisa pícara en la cara.

El hombre volvió a guardar el resto de runas y se quedó en silencio mirando hacia el suelo. Lobo acepto el regalo sin saber si lo terminaría usando o no , y puso rumbo a la posada. El día siguiente sería sería el último de preparacion, por lo que debía examinar si las entradas subterráneas que se indicaban en el mapa aún existían y si se comunicaban con el pozo del castillo.


 El día siguiente sería sería el último de preparacion, por lo que debía examinar si las entradas subterráneas que se indicaban en el mapa aún existían y si se comunicaban con el pozo del castillo

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811 palabras!!

Siento mucho haber desaparecido 😔👌

El dibujito de lolo me gustó 👀💜, pls no resuban sin antes preguntar no me sean marranos 😔👊....

Para quien no sepa cómo.van los dibujos son de todo el cap, y lo agrego en el final de el mismo. Si no saben de qué parte del cap es se lo leen de nuevo xdd.

-Boo💜

Lobo Nocturno y El Huevo De Dragón Where stories live. Discover now