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Se estaban acercando hacia él y tenía apenas unos segundos para reaccionar, pero se encontraba a mitad de la escalera y su única salida era retroceder en la oscuridad hasta llegar de nuevo a la sala de música. Sin embargo, ya no había tiempo.

- ¡Señorito! ¿Qué está haciendo aquí? - preguntó una voz fuerte a su espalda.

- Lo....Lo siento, señor.. - respondió Vegetta agachando la cabeza para que no le viera el rostro.

- Tu cara no me suena... ¿Quién eres? - insistió el caballero alzando más la voz mientras que le cogía del mentón alzando su rostro.

- Vengo con la corte de Lady Valentina, señor. Me envió a por un recado, pero me tengo que me perdí - respondió dubitativo.

El caballero se volvió hacia los hombres que le acompañaban los cuales miraban la escena sorprendidos.

- ¿ A que recado te han mandado? - preguntó de forma inquisitiva, clavando sus ojos en Vegetta.

- No debería contarle señor, pero soy el encargada del tocador y... - respondió miéntras apartaba la mirada simulando vergüenza mientras alargaba el silencio.

El hombre, perdiendo la paciencia bramó:

- ¡ Jack ! Acompaña le a donde deba ir y no le quites los ojos de encima.

Después bajó las escales a toda prisa acompañado del resto de soldados mientras oía alejarse a otros tantos en el piso de arriba. Vegetta se quedó de piedra en medio de la escalera, esperando a que el soldado dijera algo, pero este se limitó a pasear al rededor de el.

- Si que debes ser de la corte de Lady Valentina, por que no me suena haber visto a alguien tan guapo como tú en el castillo - dijo mientras le miraba de forma lasciva.

- Disculpeme señor, necesito ir a la habitación de mylady a por algo que necesita - respondió Vegetta fungiendo fragilidad, pero notando como la sangre de su interior comenzaba a hervir.

-¡Oh! ¿Que tienes que ir a su habitación?
Eso suena genial, pelinegro. ¡Vamos! - le dijo el soldado muy emocionado, mientras imaginaba, seguramente, algo inapropiado.

Subieron hasta una sala de billar. Allí acababan las escaleras , así que continuaron hacia la biblioteca para llegar a las escaleras de caracol central y ascender un piso más. Después de cruzar un par de estancias, el soldado saco unas llaves y abrió la puerta que tenían más cerca. Le indico a Vegetta que pasara primero y este le hizo caso. Habían llegado a los aposentos de Lady Valentina, donde todavía podía verse algún equipaje sin abrir. Mientras miraba la habitación escucho como el soldado cerraba la puerta y hecha a la llave. Vegetta, sin girarse, quedó inmóvil esperando el momento oportuno. No mucho después el hombre se le acercó, acechante.

- No seas tímido y charlemos un rato - dijo para después tocarle el trasero (uis jsjs) - ¡Vaya! Si que estás durito.

Vegetta se giró rápidamente y le asestó un rápido golpe con la mano en el cuello. Mientras el soldado se quejaba y retrocedía de forma refleja, Vegetta lo cogió del brazo, retorciéndose lo, para hacerle perder el equilibrio. Ya en el suelo teniéndolo inmovilizado, le susurró:

- ¡Cada vez que trates así a una persona, piensa que hay un depravado como tú tratando así a tu hermana, imbécil!

Sin darle tiempo a responder le asestó un golpe seco en la cabeza que lo dejó inconsciente. Le quitó las llaves, lo ató y lo metió dentro de un armario. Entonces se puso a buscar en la habitación algún objeto de valor, pero para su decepción solo encontró mudas de ropa, diferentes vestidos y accesorios, maquillaje, zapatos, algunos bordados y algunas cosas más carentes de interés.
Abrió la puerta con la llave y una vez fuera la cerró con llave dejando al soldado encerrado dentro. Decidió dirigiese hacia el torreón. Al dirigirse a la siguiente puerta, la encontró cerrada. Probó entre diferentes llaves, pero ninguna abría esa puerta. Después de intentar abrir la puerta varias veces con sus ganzúas lo consiguió.

Era la habitación general, el dormitorio del conde. Rebuscó por todos lados, encontró una pluma de oro con diamantes en el escritorio y un monóculo también de oro en un chaleco. Pero este botín no era suficiente para el riesgo que habla sido colarse en el castillo. Al fondo de la habitación vio la puerta que conectaba con el torreón, así que nos perdió tiempo y se encaminó hacia ella.
Al abrirla sin ningún problema, pudo comprobar que había un gran baño con una sauna. El lugar tenía otra puerta en la cual había un pequeño retrete y otra más que daba a un vestidor. No había ninguna escale o acceso pero el torreón debería tener al menos dos pisos más, pues las torres eran más latas que el cuerpo del castillo. Además había arqueros en la parte más alta, y de alguna forma tendrían que haber subido allí.

Vegetta comenzó a desesperarse buscando por todas partes, así que decidió investigar el torreón que daba al patio. Debía bajar hasta abajo del todo para poder entrar en el. Mié tres caminaba por la habitación intentando adivinar como era el castillo, recordó que había una muralla que conectaba los cuatro torreones, por lo que se podía acceder a ellos por el exterior..

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856 palabras!!

Volví prras jwbwjw

Nah perdón por desaparecer ༎ຶ‿༎ຶ

-Boo💜

Lobo Nocturno y El Huevo De Dragón Where stories live. Discover now