Capítulo 2.- Sidereum noctem

796 71 17
                                    

- Si, ¿Cuándo empiezo?
- Empezarás el próximo ciclo escolar que inicia el 1 de septiembre de este año - hablo mientras ambos nos dirigíamos a la salida.
- Me temo que ese día no podré llegar, tengo cosas que hacer pero mandaré mi equipaje y yo llegaría el día dos o tres si le parece bien...
- Esta bien, que es una día más uno menos, te veré aquí en mi oficina para darte los últimos detalles - contesto sonriente.
- Perfecto, entonces lo veré en unos meses.

Una vez afuera del despacho, __ se dirigía a la salida y mientras, pensaba en la conversación que había tenido momentos atrás, para cuando estaba a mitad de camino escucho unos pasos que corrían velozmente hasta dónde estaba y por un momento pensó que se trataría de los mismos chicos con los que se encontró una hora atrás pero al ver qué se trataba de otros alumnos, al parecer de primer año esta idea se esfumo de su cabeza.
Eran dos niños uno pelirrojo, el otro castaño con lentes y una niña de desalineada cabellera, que se ocultaban en la primera puerta que estaba frente a ellos, __ se quedo un momento observando como tratando de entender aquel actuar pero la verdad es que no era algo de otro mundo tal vez simplemente se ocultaban de un profesor o de algún otro alumno que los quisiera molestar. Sin ponerle más importancia al asunto continuo con su camino, para regresar a casa.

17 de Agosto 1991 Mansión Avery, Londres.

Ya había transcurrido poco más de dos meses desde la reunión con Dumbledore y en ese tiempo la joven no había hecho gran cosa más que pasarse los días en la biblioteca de la casa, practicando hechizos o encantamientos, dar paseos por las tardes o tocar el piano el cual aprendió a tocar a los 8 años. Faltando dos semanas para el 1 de septiembre, comenzó a preparar los baúles en los que metería sus cosas.
El primero de septiembre llegó y se levanto temprano como de costumbre, se baño y arreglo para después ir a la estación King's Cross a dejar los baúles en la plataforma 9 3/4; de repente escucho el croar de una rana que se encontraba a unos centímetros de sus pies.

- ¡Trevor! - exclamó un niño corriendo hacia donde ella se encontraba.
- ¿Este pequeñín es tuyo? - pregunto mientras agarraba a la rana de nombre Trevor.
- Si, señorita me distraje solo un instante y ya se había escapado - respondió el niño apenado revolviendo sus manos.
- Oh no te preocupes pero la próxima vez ten más cuidado con este pequeñín - dijo entregándole su rana.
- Gracias, señorita...
- __ y no fue nada - contesto nuevamente mientras movía la mano despidiéndose de aquel niño y su rana.

El próximo destino era el banco de donde sacaría dinero por si lo llegaba a necesitar, como termino antes de lo previsto quiso dar un paseo por el callejón Diagon, iba sin rumbo exacto deteniéndose en las tiendas que llamaran su atención hasta que llego a la tienda de túnicas de Madame Malkin al ver en el escaparate una túnica color escarlata no le tomo ni dos segundos entrar, perdió la noción del tiempo dentro de la tienda y para cuando salió de está ya eran las 4:00 pm pero aún tenía energía para camino un poco más, el callejón a esa hora ya no estaba tan concurrido, así podía ver todo lo que se mostraba en los escaparates de las demás tiendas lo que aprovecho para poder comprar algunas cosas. Más tarde, ya una vez en casa la elfina doméstica la recibió en la sala.

- Ama __ que bueno que ya regreso - exclamó Weeney acercándose a ella.
- Oh Weeney ya te dije que no es necesario que me digas ama - contesto sentándose en el sillón mientras agarraba el periódico que en la mañana no había terminado de leer.
- Lo siento ama no es mi intención molestarla, ¿Desea algo de cenar?
- No, gracias Weeney y no me molesta, si se sienten cómodas diciéndome "ama" está bien.
- Si la joven __ no necesita nada más, Weeney se retira a descansar.
- Adelante, que descanses - sonrió mientras le veía alejarse por el gran pasillo rumbo a su habitación.

Si decido quedarme [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora