CAPITULO 10

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"Y siempre te estaré esperando, en esta vida o en la otra"

~Tan rápido cómo asimilar todo lo que me había tocado experimentar y vivir en este mes, lo estaba reviviendo en este preciso momento.

Pues llevaba como quince minutos buscando el  salón donde aparentemente tenía que haber estado hace unos diez minutos.

Creo que ya iba demasiado tarde.

Y todo se debe a los acontecimiento del día anterior y si juntamos esto mas cansancio es igual a despiste, lo que me conllevo a colocar la alarma a las 6:00 PM en vez de AM. Así que lo que me despertó fueron los ruidos de pasos y bullicio que se formaron afuera de la habitación.

Ademas cuando desperté, Lauren tampoco se encontraba ya en la habitación, me desconcertó un poco porque al menos se hubiera tomado la molestia de despertarme o al menos de preguntarme si comenzaba clase hoy, pero nada.

En estos momentos me encontraba corriendo por el enorme pasillo que daba a los salones de clase de este internado, estos estaban repleto de lujos y ostentosos cuadros, pisos y techos de mármol y paredes relucientes. Por donde lo mirases podías observar lo exótico de este lugar.  Que si creía que mi casa era enorme, pues déjenme decirle que no se compara en nada con las instalaciones de esta.

Me pare un momento para respirar y tomar aire. Los pasillos estaban vacíos, ni un alma vagaba por estos lados, Lo único que faltaba era que pasara una Salsola para que le diera ese aire de las carreteras del Lejano Oeste que tanto se veía en las películas. Todos ya han de estar dando clases en sus respectivos salones y yo era la única corriendo la maratón por estos pasillos.

Estuve a punto de retomar mi camino. Alce la mirada y me encontré de frente con Erick, creo que así  se llamaba, uno de los chico que acompañaba al grupito que se hizo notar ayer en el comedor.

Erick caminaba con aire despreocupado a la vez que miraba concentradamente la pantalla de su celular, traía puesto unos pantalones ajustados negros y un suéter al parecer un poco más ancho que su talla normal, este era del mismo color que sus pantalones y la traía con las mangas recogidas hacia arriba en dirección a sus hombros.

—¡Ey!— lo llame antes que pasara por mi lado perdiéndose entre los pasillos, él detuvo su paso, se quitó un AirPods el cual no había visto antes y me miro un poco extrañado.

—¿Si? — su cara era un poema, al parecer no se había fijado que otra alma también estaba vagando por estos enormes pasillos.

—Ey disculpa, lo qué pasa es que estoy un poco perdida y ya voy tarde a mi primera clase y no encuentro el salón, ¿será que me podrías ayudar? — le dije sacando el papel de mi horario que tenía en mi bolsillo el cual me había dejado ayer Aaron encima de mi cama. que la verdad no se porque se estaba tomando tantas molestias conmigo.

Le extendí el papel a Erick a lo cual el no dudo en cogerlo y darle una ojeada.

Al instante alzó su cabeza y miró detrás de mi, en sus labios se formó una sonrisa ladeada sin mostrar los dientes.

—NT456– dijo volviendo su mirada a mi y entregándome de nuevo el papel. Asentí, porque correctamente ese era el salón al cual tenía que ir, así que le di una mirada llena de confusión, él la entendió enseguida y volvió a sonreír señalando detrás de mi— Estás enfrente del salón— termino de decir.

Me di vuelta y efectivamente había un pequeño letrero informando el número del salón. Al instante me di una bofetada mentalmente, cerré mis ojos y me volví hacia el susodicho e incliné mi cabeza en modo de agradecimiento mientras abría de nuevo estos.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora